Una mujer quien recibió el regalo de su hija mayor de someterse a una cirugía plástica con el deseo de verse mejor, terminó viviendo una pesadilla. Denuncia mala praxis, ya que el procedimiento casi le quitó la vida.

Celia Samudio se sometió a una cirugía de lipoescultura, en junio del 2018. Sin embargo, la operación no salió como se esperaba y derivó en una trombo-embolia pulmonar bilateral, es decir, la grasa se fue a los pulmones.
La misma acusa de mala praxis al doctor Alexis Gallagher, a quien responsabiliza de todo el calvario que ella y su familia afrontan desde la operación.
Tras el procedimiento, la mujer se percató de un líquido en el abdomen, inmediatamente llamó al médico, quien le dijo que eso era normal. Se realizó las curaciones, pero no mejoraba y luego se dio cuenta que estaba necrosado.
Desde allí, pasó por un infierno, idas y vueltas en diferentes hospitales, incluso días en terapia intensiva. Los gastos son inmensos y las secuelas en el cuerpo, irreversibles.