Un delincuente armado llegó hasta un minimercado con la intención de cometer un asalto, pero no se esperó que la propietaria reaccionase hasta el punto de desarmarlo y sacarlo del local. El caso ocurrió en Guarambaré, Departamento Central.

Ante un hecho de asalto, sobre todo cuando el delincuente está armado, se recomienda no reaccionar y tratar de mantener la calma.

En algunas ocasiones las reacciones terminan mal o en tragedia. Mientras que en otras resultan todo lo contrario, como lo ocurrido en el barrio Alegre, de la ciudad de Guarambaré.

En plena siesta del Sábado de Gloria, un delincuente armado, con quepis y a cara descubierta, ingresó a un minimercado denominado Virgen de Caacupé 2, con la intención de cometer un asalto.

En las imágenes del circuito cerrado se observa que, en principio, el desconocido logró reducir a la propietaria del local. Pero, en un momento de distracción, la mujer empezó a forcejear con el desconocido para sacarle el arma de fuego, que estaba cargada.

La dueña logró sacarle el arma y también su mochila, en cuyo interior había otra arma de fuego cargada. Por fortuna, el arma no se disparó y la mujer pudo frustrar el asalto.

Según las declaraciones de la mujer a la Policía, ella reaccionó porque se sentía impotente ante el segundo hecho de inseguridad que sufrió.

Un agente de la Comisaría 22 de Guarambaré señaló a Telefuturo que el ladrón se dio a la fuga y que un cómplice lo esperaba afuera.