Una imagen que para los adultos ya es reiterada no lo fue para la pequeña Hanna de 7 años. La niña al ver a un mendigo postrado en el suelo en una de las calles de Ciudad del Este no dudó y detuvo la marcha para orar por el hombre.

“Hoy caminando por el centro mi hija paró y oró por esta persona que para todos pasa desapercibida, al final le dijo que todo va a estar bien y esa persona le regaló una sonrisa. Hanna, 7 años, con su corta edad me enseña tantas cosas a diario”, contó su mami Analy Reyes, orgullosa de la niña.