El hecho ocurrió en la tarde del domingo en el barrio San Rafael de Ciudad del Este, cuando los padres pidieron auxilio a la central del Cuerpo de Bomberos, luego de que no encontraran a su hijo en su habitación.

La vivienda está ubicada sobre el arroyo Acaraymi, que experimentó una importante crecida en las últimas horas, debido al abundante raudal ocasionado por la copiosa lluvia que cayó en las últimas horas sobre Ciudad del Este.

El niño desaparecido está identificado como Iker Matías Bogado Giménez, de 2 años, y vestía un pulóver naranjado y pantalón negro.

“Conversando con los vecinos y familiares pudimos concluir que posiblemente la criatura cayó al agua”, reveló Andrés Fernández, presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ciudad del Este, quien junto a 20 rescatistas estuvo trabajando en el sector.

Los socorristas realizaron la búsqueda en los casi 12 kilómetros que el arroyo va serpenteando entre los barrios San Agustín y San Rafael, ubicado en pleno centro de Ciudad del Este.

Aparentemente el niño se encontraba en su habitación, de donde habría trepado a una silla y caído o saltado por la ventana, conforme a la presunción preliminar de los socorristas.

Entre los vecinos que se encontraban buscando a la víctima, también hubo una buena cantidad de borrachos que obstaculizaron el trabajo de los socorristas, de acuerdo con el testimonio de Fernández.

“Personas que están en estado etílico que se hacen los simpáticos y nos quieren quitar equipamientos”, se quejó, al señalar el pedido de la presencia de policías que todavía no estaban llegando al sitio en ese momento.