Dos empleados de la empresa Pechugón se disponían esta mañana a depositar dinero de la empresa en un banco ubicado a menos de dos cuadras de distancia, dentro de un predio conocido como Saprocal, ubicado al costado mismo del Mercado de Abasto de Asunción, cuando fueron emboscados por asaltantes. Con un audaz juego de volante lograron huir provisoriamente, desatándose una persecución. El acoso de los malvivientes fue tal que las víctimas terminaron chocando y entregando el dinero.

Cámaras de circuito cerrado del local de Saprocal muestran cómo los malvivientes ingresaron al predio en un automóvil Toyota Vitz, color gris, por uno de los accesos. El golpe aparentemente estaba bien planificado porque esperaron a que un camión avance frente a las víctimas para así bloquear una de las dos vías de escape.

De hecho, los malvivientes pretendieron cerrar el otro carril con su vehículo, pero no contaban con la audacia de uno de los empleados de la empresa Pechugón, que “gambeteó” a los delincuentes y aceleró para salir a la Avda. Defensores de Chaco.
Un tanto sorprendidos, los asaltantes esperaron que uno de sus cómplices, que había bajado con un arma para altear a las víctimas, volviera a subir al vehículo y rápidamente fueron a acechar a su objetivo, desatándose una persecución por varias cuadras.
Casi como en las películas, a toda velocidad y chocando lateralmente al automóvil IST rojo de las víctimas, lograron que estos perdieran el control y terminaran impactando contra un camión en Capitán Job Sastrow y Dr.
Domingo Montanaro, varias cuadras después de donde se había iniciado la persecución.
Ya sin poder huir a ninguna parte, los empleados de la firma asaltada identificados como Vicente Garozzo De Beats (36) y Julio César Jara (46), entregaron a los delincuentes la suma de G. 140 millones bajo amenaza de muerte con arma de fuego.

Ya mediante la investigación posterior, agentes de la Policía lograron ubicar el vehículo usado por los malvivientes en Cacique Arecaya y San Martín de Asunción. El automóvil contaba con rastros de los choques e incluso un balazo, que presumen se escapó de uno de los asaltantes en medio del caos de la persecución.