El comisario Rubén Paredes, director de Policía de Amambay, informó que el uniformado abatido este jueves fue quien dirigió todo el operativo para el rescate de un rehén en Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay.

El comisario Rubén Paredes, director de Policía de Amambay, explicó que el suboficial mayor Esteban Ramón Cañete Areco, de 44 años, personal de la Subcomisaría 8ª, quien falleció tras recibir cuatro impactos de bala por parte de delincuentes, fue quien dirigió todo el operativo en un caso de toma de rehén, ocurrido este jueves en el barrio Guaraní, de Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay.

«Lastimosamente tenemos un fallecido y fue quien dirigió el operativo. Fue el primero en llegar, él dio la instrucción a su personal que se quede (frente a la vivienda de la víctima), no pensó en su vida inclusive», expresó.

Según los datos, un grupo de seis a ocho personas tomaron de rehén al hijo del dueño de una casa de cambios denominada Tripe C Cambios, en el centro de Pedro Juan Caballero, cuando salía de una de las sucursales.

Los delincuentes trasladaron a la víctima hasta su vivienda, a fin de extorsionar a su padre, quien al recibir la primera llamada fue a denunciar el hecho a la Subcomisaria 8ª, que se encuentra a tres cuadras de la vivienda.

Posteriormente, el suboficial Esteban Cañete en compañía de otro uniformado identificado como José Ricardi se dirigieron al lugar y al llegar en la vivienda de la víctima, Cañete dijo a su compañero que quede en la entrada, mientras que él se dio la vuelta, solo con la patrullera, para cubrir el fondo del domicilio, cuando fue interceptado por los delincuentes.

El comisario Rubén Paredes mencionó que el ahora fallecido «tuvo la desventaja de que los delincuentes le detectaron porque estaba uniformado» y empezaron a disparar contra él, quien también respondió a los disparos.

La víctima quedó gravemente herida en el lugar y fue auxiliado por su compañero hasta un hospital, en donde 10 minutos después de llegar se confirmó su deceso.

Los delincuentes se llevaron la patrullera que el policía dejó en marcha mientras fue a socorrer a su compañero. El móvil finalmente fue dejado abandonado por los desconocidos.

En el lugar, los investigadores incautaron celulares y pasamontañas que dejaron en su huida los delincuentes.