La carrera de palomas es un deporte que involucra la liberación de palomas mensajeras especialmente entrenadas para la competición en velocidad de regreso a sus nidos desde una distancia cuidadosamente medida. Este deporte, llamado “colombofilia” fue realizado por primera vez en el Chaco Central. El día aún no terminaba de despuntar cuando un grupo de 51 palomas mensajeras aguardaban listas para volar.

El caso es que no se trata de cualquier tipo de aves, las palomas mensajeras milenariamente han sido utilizadas por su gran capacidad de orientación para enviar mensajes, generalmente colocados en una de sus patas. Esta forma de contacto es histórica, y aunque hoy hay muchas opciones de comunicación, este deporte histórico ha permanecido

En Paraguay la primera suelta de estas aves fue replicado por la Sociedad Colombófila Paraguaya, con la gestión del Refugio Urutaú.

Juan Baretta, de la Sociedad Colombofilia comentó que las palomas son de origen europeo y criadas por varias personas, en la carrera que comenzó en Filadelfia se calcula que en más o menos 6 horas las aves regresan hasta su base en Mariano Roque Alonso, recorriendo más de 450 kilómetros y volando a 60 a 100 kilómetros por hora. De las 51 palomas si no hay inconvenientes o cazadores por el camino, llegan todas sin mayores inconvenientes. Las palomas poseen un sentido muy desarrollado de posicionamiento y se cree que se orientan mediante el magnetismo terrestre.

En el 2020, en Bélgica un ejemplar de paloma de carreras llamada New Kim fue subastada por casi 1,9 millones de dólares (1,6 millones de euros). La adquisición fue récord, una puja similar se dio por un palomo llamado Armado, que fue vendida en 350.000 euros. Estos animales pueden vivir hasta 15 años.
La alimentación de estas aves incluye maíz, semillas de trigo, sorgo, girasol además de suplementos vitamínicos. En Paraguay estas competencias se practican como hobby y no con fines lucrativos.