Cecilia Morel falleció este miércoles en la prisión del Buen Pastor, tras sufrir un fulminante ataque cardiaco. Dejó de existir mientras esperaba permiso para asistir al sepelio de su hijo Richard Amarilla Morel, internado en el Hospital del Trauma, después de recibir graves heridas de machete en una pelea callejera.

La mujer está recluida, al igual que su marido Sergio Amarilla, por tráfico de estupefacientes. Su hijo ahora finado también  purgó hace poco pena por la misma causa. El domingo pasado Richard se enfrascó en una pelea, en la que lo hirieron, y en la que su agresor luego murió a golpes propinados por una turba airada.

Ese jueves  se dio a conocer otra arista de la tragedia. Los familiares de Richard donaron los órganos del joven, y ese acto de humanidad  salvó la vida a un hombre que esperaba transplante de corazón y a una mujer que precisaba con urgencia ser transplantada de riñón. Las córnea del joven, en tanto, devolverá la vista a dos personas que necesitan

de ese órgano visual.

El doctor Agustín Saldivar, ex director del Hospital del Trauma, uno de los médicos que atendió al paciente donador, relató que gracias a la actitud de los familiares del fallecido, tres personas fueron beneficiados
con ese acto de amor al prójimo.

Un detalle anexo a la historia del transplantado con el corazón de Richard (fanático del club Cerro Porteño) es que aquel es hincha del Olimpia. Familiares y amigos del beneficiado con la donación, señalaron que en memoria del donante, llamarán “cerrista inmortal” al bien recordado Richard Amarilla Morel.