El juez Gustavo Bóveda resolvió este martes la prisión domiciliaria de Aida María Villalba, quien era empleada del ex fiscal Javier Ibarra, hallado muerto hace 15 días en su vivienda de San Lorenzo.

El magistrado considera que Villalba manifiesta arraigo suficiente, y predisposición para enfrentar el proceso, por lo que corresponde el cambio de detención preventiva inicialmente dispuesto, a domiciliaria.

Aida Maria fue de las priemras persoas que vio muerto a Ibarra, ya que junto al casero, llegaban a la casa para realizar sus tareas domésticas.

Ella fue imputada por hurto agravado, acusada de haber escondido el arma utilizada presuntamente para acabar con la vida de Ibarra.

La acusación se vio alimentada por pruebas periciales, que revelaron que la misma tenía en la mano rastros de elementos químicos presentes en la pólvora.

Los investigadores sostienen que pudo haber tocado el arma de fuego, en una acción no planeada, aunque no exenta de sospecha