La abuela llegó hasta el Hospital Regional de Ciudad del Este y le dijeron que la joven no tiene antecedentes de parto reciente.

Celeste del Pilar Estaple sorprendió a la familia de su pareja, Ignacio Gamarra, con el nacimiento de un hijo el 18 de noviembre pasado, en el Hospital Regional de Ciudad del Este, por lo que comenzó a pedir ayuda económica para comprar leche, pañales y otros insumos para el bebé.

La joven dijo a su pareja que el bebé quedó internado en la sala neonatal del nosocomio, debido a las complicaciones que habría tenido luego del parto.

Este martes llegó al hospital la abuela paterna, Ana Dejesús Portillo, con ganas de conocer al fin a su nieto, pero se topó con totalmente otra realidad. El bebé nunca nació, es decir, la nuera habría fingido el embarazo.

Acorralada por la mujer y el personal de salud, la joven intentó culparlos de que le arrebataron el bebé y que le entregaron a otra persona, pero esta versión duró solo pocos minutos al no poder sostenerla.

DONACIONES

Ángel Silva, pediatra de guardia del Hospital Regional, explicó que la joven llevaba ya varios días acudiendo con donaciones de leches, pañales y otros insumos, supuestamente de parte de la Gobernación del Alto Paraná.

Al revisar el historial de noviembre y diciembre no se encontraron antecedentes de que Celeste haya dado a luz en ese hospital, cayendo por tierra su versión del embarazo, aunque tampoco descartan que haya pasado por un embarazo psicológico.

VENTA DE MOTOCARRO

Ana Dejesús contó que la joven incluso pidió a su pareja que venda dos motocarros que posee para poder trasladar al bebé a la capital del país, porque supuestamente estaba con mal estado, pero finalmente no cumplió con ello.

SIN ESTUDIOS

La «abuela» mencionó que su nuera nunca mostró estudios, análisis o algo que certifique que realmente estaba embarazada, pese a que vivía con ellos en el barrio San Miguel de Ciudad del Este. Luego del supuesto nacimiento la familia paterna quiso visitar al bebé, pero la joven les dijo que era de acceso restringido y solamente podía ingresar la madre, por lo que pasaron dos meses para descubrir la farsa.