El caso de la empresa montada por presos, dedicada a la producción de picantes artesanales, y acusada ahora de lavado de dinero, va emitiendo detalles del episodio que tiene intervención fiscal.En ámbito de la pesquisa señalan que una de las aristas del negocio, que llamó la atención, tiene relación con la cantidad de dinero que moviliza. Por día, afirman, los picantes generaban cinco millones de guaraníes y la producción mensual está por encima de 16.000 botellas (de 200 mg).

El viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Víctor Benítez, confirmó que el movimiento de dinero de “Presos del Sabor” (marca del producto) es de un volumen bastante significativo, y que la pesquisa ahora apunta a revelar si las actividades y generación de recursos se ajustan a la legalidad, a fin de dilucidar si las versiones de lavado son reales o ficticias.

 

La línea de investigación sigue sobre la presunción de que la empresa de los reos, es pantalla que ocultaría una afinada maquinaria de lavado de activos. El negocio fue articulado el año pasado durante la administración anterior, dentro de un programa de reinserción de personas privadas de libertad.

El líder de los presos emprendedores es el ciudadano coreano-paraguayo Marcelo Lee (36), experto en informática que cayó en un operativo de tráfico de drogas a escala masiva, dentro de A Ultranza Paraguay. Es catalogado también como un especialista en producción artesanal de alimentos y como cerebro para la fabricación de los picantes, que ya ganó terreno en el espectro gastronómico.