El Poder Ejecutivo vetó parcialmente la ley de confianza para las transacciones electrónicas, bajo el argumento de que los niveles de seguridad exigidos, deben estar acordes a cada operación y no pueden ser “altos” para todas. La ley vuelve a la Cámara de origen. Con esto, no habrá ningún cambio para los giros y transferencias, de momento.

El jefe de Gabinete Civil, Hernán Hutteman, comunicó que el Ejecutivo vetó el artículo 103 de la ley de servicios de confianza para las transacciones electrónicas, en atención a la recomendación del Banco Central Paraguay, de una necesaria gradualidad y escalonamiento de los niveles de seguridad, que deben estar acordes al riesgo implícito de cada operación

El presidente del BCP, José Cantero, informó que la discusión se centró en el concepto “alto” y en la forma en que afectaría aplicar esta exigencia a todo tipo de operaciones.

“El 103 establece que ese control alto tiene que ser para los giros, las transferencias, los créditos, todo tipo de operaciones que actúan a través del sistema bancario, cooperativas, EMPES, tal es así, el control alto tiene que estar garantizado por una empresa prestadora de servicios de confianza. Esa empresa hoy no existe”, explicó Cantero.

Por eso, el BCP en su afán de buscar un sistema afinanciero bastante integrado, considera y recoge los estándares internacionales, donde el control por grado de importancia, debe estar conforme a los tipos de operación.

Indicó que, en el afán de mantener un sistema financiero integrado, y conforme a los estándares internacionales, donde el control de grado de importancia debe ser acorde a los tipos de operación, recomendó objetar el artículo 103.

Para el BCP hoy ya existe interoperabilidad de las telefónicas y EMPES en el sistema bancario y también hay controles sustanciales. Precisamente para evitar un retroceso en este logro, se tomó la decisión de vetar parcialmente la ley.

El ministro de Industria y Comercio, Luis Alberto Castiglioni, indicó que la cartera a su cargo se alineó a las recomendaciones esgrimidas por el BCP, con el que coinciden en el escalonamiento y creen que la inclusión financiera benefició a millones de paraguayos, y que esto no se puede interrumpir.

El veto regresa a la cámara de origen, la de Diputados, donde en caso de aceptar pasará al Senado, el cual a su vez deberá promulgar la parte no objetada.