Un hecho ocurrido en el km  12 Acaray de Ciudad del Este fue atendido por profesionales del Pabellón de Traumas del Hospital Regional. Un niño de cuatro años quien tiene rotura de cadera, luego de ser arrojado por la tía, quien sería adicta al alcohol y su madre también está con hematomas en el rostro y los ojos.

El caso saltó a la luz el fin de semana, cuando el niño fue derivado del hospital de Minga Guazú hasta el Pabellón de Traumas. Los familiares indicaron que en el distrito vecino no había insumos suficientes para atenderlo, por lo que lo derivaron al Hospital Regional, donde le colocaron yeso y tras un tratamiento fue dado de alta el domingo.

La madre del pequeño dijo que se cayó de la cama, pero los médicos sospechan que pudo ser algo peor, por lo que comunicaron a la Policía. Se espera que en la fecha la Consejería Municipal de la Niñez y la Adolescencia (Codeni) pueda intervenir en el caso, con el Ministerio Público.

Los agentes policiales del barrio Santa Ana, próximo al Hospital Regional, pudieron saber que el niño ya fue víctima de sucesivos hechos de violencia de parte de la tía, siendo él la persona más vulnerable dentro de la vivienda, donde viven como seis personas, todas en una misma pieza grande, en medio de precariedades.

UN TRATAMIENTO

La escasa condición económica de la madre no permitió que el pequeño reciba un tratamiento acorde, con estudios más amplios y, de ser posible, una intervención quirúrgica, si corresponde, explicaron los vecinos que recurrieron a los medios de comunicación para denunciar el caso.

Entre familiares buscan “tapar” el caso para evitar el procesamiento de la mujer alcohólica y adicta a otras sustancias. Incluso, buscaron por todos los medios evitar que la Codeni tome conocimiento del caso.