Los militantes de Hamás en la Franja de Gaza han disparado varios cohetes hacia Jerusalén este lunes, haciendo sonar las sirenas de ataque aéreo en toda la ciudad, después de que cientos de palestinos resultaran heridos en enfrentamientos con la policía israelí en la mezquita de Al-Aqsa. Este evento se produce poco después de que Hamás fijara un plazo para que Israel retirara sus fuerzas de seguridad del recinto de la mezquita.

Según los primeros indicios, se trata de siete cohetes, de los cuales uno fue interceptado por las defensas aéreas. Las explosiones han impactado en zonas residenciales de las afueras de la ciudad.

Abu Obeida, portavoz del ala militar de Hamás, dijo que el ataque con cohetes era una respuesta a lo que llamó «crímenes y agresiones» israelíes en Jerusalén. «Este es un mensaje que el enemigo tiene que entender bien», según declaraciones que recoge Associated Press.

El Gobierno palestino ha señalado este lunes que las autoridades palestinas «examinan todas las opciones» ante los últimos incidentes en Jerusalén, después de que cerca de 280 palestinos hayan resultado heridos en los últimos enfrentamientos con la Policía de Israel en la Explanada de las Mezquitas.

«Irrumpir en la mezquita de Al Aqsa es un crimen cometido por la ocupación», ha denunciado el ministro de Asuntos Civiles y miembro del comité central de Al Fatá, Husein al Sheij, a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter.

«La cúpula palestina está examinando todas las opciones para responder a esta atroz agresión contra los lugares santos y los ciudadanos», ha manifestado, después de que la Media Luna Roja Palestina haya cifrado en 278 el total de palestinos heridos, de los cuales 205 han sido hospitalizados, cinco de ellos en estado grave.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores palestino ha confirmado que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebrará este lunes una reunión a puerta cerrada para abordar la situación, ante el aumento de las tensiones por la represión de las protestas contra los desalojos previstos en el barrio de Sheij Jarrá, en Jerusalén Este.

En este sentido, ha reclamado al organismo internacional que «dé protección» a la población palestina y ha hecho hincapié en que «es momento de que el Consejo de Seguridad de la ONU asuma sus responsabilidades morales y legales ante los crímenes de la ocupación», según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.

El Ministerio ha denunciado los «brutales ataques» por parte de las fuerzas de seguridad en Jerusalén, especialmente tras los incidentes en la Explanada de las Mezquitas –lugar conocido como Monte del Templo por los judíos–, que ha tildado de «bárbara ocupación» que «convirtió la mezquita de Al Aqsa en un campo de batalla».

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha hablado de «batalla entre la tolerancia y la intolerancia, entre la violencia y el orden», antes defender la labor de las fuerzas de seguridad «en esta lucha justa», tal y como ha recogido el diario ‘The Times of Israel’.