«Tengo miedo de que me echen, pero me maltrataron. ¿Acaso no tengo derecho?», lamentó la guardia de seguridad.

María Cristina Gamarra (36) se levanta a las 3:00 de la mañana para viajar de Itá hasta su puesto de trabajo como guardia de seguridad en el IPS Ingavi , en Fernando de la Mora. A las 8:00, suelen turnarse con sus compañeros para ir a desayunar, pero hoy fue diferente.

Cuando estaba comiendo, se acercó su jefe de nacionalidad venezolana y le retó. «A la China me mandó, para mí que es maltrato laboral. Me dijo más o menos que no tenía derecho a desayunar, pero nosotros nos levantamos temprano, hambriento ya estamos y no es que dejamos abandonado el puesto, está otro compañero en el lugar, un ratito nomás, ni 15 minutos solemos turnarnos», dijo la trabajadora.

Gamarra es la encargada de llamar a los familiares de los internados mediante un parlante, que este martes fue utilizado para desahogarse. «Agarré el micrófono y conté que me amonestaron por ir a desayunar. No creo que sea justo que venga alguien y te maltrate por eso. Me dijo que cómo voy a comer justo cuando viene la prensa y los directores ¿Acaso no tengo derecho?», lamentó.

Agregó que su temor es que sus patrones tomen represalias contra ella por denunciar públicamente su caso. «Trabajamos 12 horas. Hay semanas que no nos dan día libre, recuperamos otro día, pero no es justo. No dan bonificación y ni elementos de seguridad, nosotros tenemos solo tapabocas y alcohol, acá hay cientos de personas. Tengo miedo de que me echen, porque necesito el trabajo, pero me maltrataron», indicó.