La Administración Nacional de Electricidad (ANDE) sorprendió ayer con el anuncio de que a partir del 20 del corriente mes se establecerá un reajuste en las tarifas correspondientes a los clientes que consumen más 300 kWh al mes. Con esto, el 40% del total de clientes residenciales (unos 544.000) tendrán entre 10,5% y 19,1% de incremento en el pago por consumo, de acuerdo con lo expresado ayer en conferencia de prensa por el titular de la entidad, Víctor Romero.
Si bien en cierto la ANDE hace tiempo venía reclamando un reajuste de las tarifas, desde el Ejecutivo se había ordenado que primeramente se realicen recortes de gastos y beneficios internos, a más de mejorar la gestión del ente.Sin embargo, ayer solo se anunció la suba de las tarifas, y no se hizo ninguna mención de los recortes de gastos o mejoras en la gestión. Hay un decreto que respalda el ajuste, pero nadie del Ejecutivo habló sobre el tema.

Según la decisión de la ANDE, estarán fuera del pago de la tarifa con incremento unas 771.000 clientes, quienes consumen de 0 a 300 KWh/mes (es decir los que están en la franja de tarifa social, esencialmente); mientras que los restantes 544.000 usuarios (o sea el 40% de la cantidad que recibe el servicio) están divididos en tres diferentes categorías de consumo.

Las casas en las que el nivel de uso de la corriente eléctrica vaya desde 301 a 500 kWh/mes tendrán un rebalanceo del 10,5%; las residencias donde se use de 501 a 1.000 kWh/mes sufrirán 15% de incremento; en tanto que para los clientes que tengan un consumo mayor a 1.000 kWh/mes la tarifa experimentará un 19,1% de suba.

La mayoría de los clientes no residenciales tendrán ajustes promedio entre 5% y 20%; y un 0,3% de clientes no residenciales tendrán ajustes mayores al 20%.

El pliego tarifario fue aprobado ayer vía decreto del Poder Ejecutivo, y establece que en 10 días entrará en vigencia el rebalanceo, puesto que para este año se estima una recaudación adicional de USD 89 millones con el reajuste.

El propio titular de la ANDE reconoció que existe un desequilibrio del 70% entre los ingresos y los gastos requeridos para las inversiones necesarias con el fin de cubrir la demanda de los clientes. Además, desde el año 2002, en que se dio el último ajuste tarifario, hasta el presente, la demanda pasó de 1.193 MW a 3.095 MW.

La empresa admite que arrastra deficiencias para contar con un buen ingreso, como las pérdidas técnicas, conexiones clandestinas y limitaciones para distribuir las facturas.