El Parlamento de Moscú aprobó  una ley que permite la castración química de quienes abusen sexualmente de menores de edad y agravó las penas para este delito.

A partir de la nueva normativa, los abusos de menores se penarán con hasta 14 años de cárcel, que no podrán ser conmutados por una pena de libertad vigilada, y los condenados podrán reclamar de forma voluntaria la castración.

La iniciativa del Kremlin había recibido una muy buena acogida entre la opinión pública, según informa DPA. En 2010, más de 2500 niños tuvieron una muerte violenta en Rusia y muchos de ellos sufrieron abusos sexuales.