Horacio Cartes, el presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), calificó como un «disparate» bien documentado de Estados Unidos su supuesto vínculo con el avión iraní, que presuntamente guarda relación con actividades terroristas.

El ex presidente de la República, Horacio Cartes, se refirió por primera vez a su supuesta conexión con la aeronave Boeing 747-300M, más conocida como el avión iraní, que estuvo por Paraguay por unos días para traslado de cigarrillos de la firma Tabacalera del Este SA (Tabesa).

La compañía que pertenecía al ex jefe de Estado se vio severamente afectada tras el bloqueo de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), y obligó a los accionistas a adquirir la totalidad de las acciones del ex mandatario, que previamente fue declarado corrupto y sancionado financieramente por EEUU.

«Es un disparate que tiene requete documentado los americanos. Tienen muy bien explicado eso. En toda la historia, están dispuesto a hacer cualquier cosa por odio y maldad», afirmó el actual titular del Partido Colorado en comunicación con la emisora 1020 AM.

No obstante, tratando de minimizar tal situación dijo que «se va a saber la vedad».

Posteriormente, pasó a otra página y expresó su interés por que la Embajada de Paraguay vuelva a abrir en Jerusalén, que había sido inaugurada por él, casi al final de su mandato en 2018.

Cuatro meses después, ya en el gobierno de Mario Abdo Benítez, el país restableció su sede diplomática en Tel Aviv.

«Ojalá que pueda hacer ese viaje a Israel, que la Embajada vuelva a Jerusalén, que me invite el presidente electo y tenga el gusto de decir que llevamos (la embajada) a Jerusalén dos veces», prosiguió.

El avión iraní se encuentra retenido en el aeropuerto bonaerense de Ezeiza, Argentina. Un juez de EEUU ordenó su decomiso definitivo el mes pasado.

Agentes de Estados Unidos y el FBI llevaron todos los documentos y pruebas de la aeronave el mes pasado, volvieron a encender sus motores y realizaron tareas de mantenimiento. Mientras tanto, Venezuela sigue reclamando que la aeronave sea devuelta a su territorio.

En Paraguay aterrizó en mayo de 2022 y tuvo como cargamento los cigarrillos de la empresa Tabesa con destino a Aruba. También estuvo en Uruguay y Argentina, donde fue retenido.

Su presencia generó una alerta regional debido a que la tripulación estaba integrada por iraníes presuntamente vinculados al terrorismo internacional.

El Gobierno Nacional posteriormente informó sobre inconsistencias en facturas de la misma tabacalera presentadas para justificar la carga de cigarrillo.

Esta operación tenía supuestamente el objetivo de financiar las actividades terroristas del grupo terrorista libanés Hezbollah en Medio Oriente.