El consumo del crack (residuo de la cocaína) con sus consecuencias laterales. deja de ser drama exclusivo de sectores urbanos. Se expande ahora al ámbito rural, con golpes a la economía de pequeños, medianos y grandes productores.

Los adictos-bandidos ahora incursionan en el abigeato, con aristas que los diferencian de los cuatreros “profesionales”, que se llevan la totalidad de los animales que carnean.

En efecto, la nueva modalidad aplicada por los consumidores de crack, es ingresar a las haciendas, matar los vacunos y llevarse solo las partes más carnosas, esto es, las piernas y paletas. El resto los dejan en los sitios de la matanza, para que se pudran o en caso de que los propietarios se percaten a tiempo, se queden por lo menos con los restos.

En un material difundido por el canal TV Aire de Coronel Oviedo, se observa imágenes en las que se visualiza la nueva plaga que azota a productores.

En el caso mencionado, la víctima del hecho señala que mataron a tres de sus vacas lecheras, cuyos costos en el mercado son de 10 millones de guaranies.