La sequía, los fuertes vientos y las altas temperaturas del verano austral han propiciado la propagación del fuego en 138.707 hectáreas en siete regiones del país.

Hasta el domingo, equipos de respuesta combatían 100 incendios, 42 de los cuales estaban activos y 33 controlados.

En su cuenta de Twitter, la presidenta Michelle Bachele dijo que «enfrentamos el mayor desastre forestal de nuestra historia, con un área afectada 20 veces mayor que en 2016, pero superaremos la emergencia».

Previamente, la mandataria había reconocido que las fuerzas de su país para combatir el fuego se agotaban.

Por ello, el país sudamericano ya solicitó la ayuda a países como Francia, Canadá, Estados Unidos y otras naciones vecinas.

La principal necesidad que tiene Chile para lograr derrotar a los incendios son helicópteros y aviones especiales como los que tienen Francia o Canadá.

Bachelet, dijo que su colega francés, François Hollande, quien se encuentra de visita en Chile, ofreció su colaboración en las labores de atención de la emergencia.