La Superintendencia de Salud clausuró este viernes la funeraria “Pueblo Mío” por no estar habilitada para operar. Además, se constató que sus responsables retuvieron un cadáver en agosto pasado por una supuesta falta de pago por parte de sus familiares. El director jurídico consideró el hecho como algo “criminal”.

La clausura se realizó tras una disposición del superintendente de Salud, Ignacio Mendoza, informó el asesor jurídico de la entidad, Freddy López, en conversación con ABC. La inhabilitación de la funeraria, que está ubicada sobre la avenida Artigas de Asunción, se realizó alrededor de las 11:00 de hoy.
La sanción se tomó porque la empresa estaba inhabilitada. En agosto pasado, funcionarios de la funeraria impidieron la sepultura de una persona por una supuesta deuda contraída con la empresa. López dijo que, con base en datos de los familiares, se anticipó G. 1.000.000 de los G. 4.000.000 que iba a costar el sepelio y que la promesa era ir pagando a cuotas de G. 1.000.000 en 30 días, pero la funeraria rechazó esto a última hora.
Como la familia no tenía el dinero, los empleados volvieron a llevar el ataúd hasta la sede de la funeraria. Cuando los parientes colectaron el dinero total a través de una “vaquita”, liberaron el cajón.
“Es criminal lo que hizo esta gente (…) Lamentamos el actuar de esta funeraria”, sostuvo el asesor, quien contó que la Superintendencia actuó de oficio tras una denuncia que hizo la familia y que fue difundida por el canal Telefuturo.
La clausura rige hasta que la funeraria cumpla las disposiciones del Ministerio de Salud, dado que estaba sin los documentos requeridos.
“79 casas funerarias que están operando, de las cuales cuatro o seis que pueden operar como una funeraria trabajan de forma irregular. En el Código Sanitario está regulado: mínimo un médico cirujano debe tener cada funeraria”, concluyó.