La justicia colombiana dio a conocer los nombres de los cinco detenidos, cuatro colombianos y un venezolano, quienes serían los responsables del asesinato del fiscal Delegado del Crimen Organizado Marcelo Daniel Pecci Albertini (45), registrado el 10 de mayo pasado en Barú. Al mismo tiempo en nuestro país tres fiscales llevan adelante las investigaciones para identificar al autor moral del atentado, quien al ser detenido podría se extraditado al país caribeño.Uno de los detenidos es Francisco Luis Correa Galeano, quien fue el responsable organizar el grupo y planificar el ataque, que finalmente le costó la vida el fiscal Marcelo Pecci, en una playa privada de la peninsula de Barú, cerca de Cartagena de Indias, en su último día de luna de miel, que la estaba pasando con su esposa, la periodista Claudia Andrea Aguilera Quintana (34).Otro de los detenidos fue el venezolano Wendret Carrillo, quien según los testigos fue el que ejecutó los tres disparos seguidos con una pistola calibre 9mm., que acabaron en forma instantánea con la vida del agente fiscal paraguayo.

Igualmente fueron capturados Marisol Londoño y Cristian Camilo Monsalve, quienes siguieron a Pecci y a su esposa hasta la playa. En el operativo policial efectuado el viernes último en las ciudades de Medellín y Envigado también cayó Eiverson Zabaleta Arrieta, natural de Cartagena, quien actuó de baqueano para el pistolero y a los que se encargaron seguir los pasos de la víctima durante su estadía en aquellas playas paradisiacas del Caribe colombiano, según los datos difundidos en ese paísFuentes cercanas a las investigaciones dijeron no se pudo determinar la vinculación de los detenidos con alguna organización criminal de Medellín, sin embargo, lo que se pudo concluir con certeza es que los detenidos conformaban lo que ellos llaman “una empresa de la muerte”, que se dedica al sicariato. En ese caso habían cobrado la suma de US$ 120.000 por todo el operativo que terminó en el crimen del fiscal Pecci.

Delatados por informante

Aparentemente, la identidad y la ubicación de los cinco sospechosos fue brindado a los organismos de seguridad colombianos por un informante, quien actuó motivado por la recompensa de US$ 500.000 que ofreció el gobierno local a cambio de cualquier información que condujera a los agentes de la Policía y de la Fiscalía a la captura de los responsable de la muerta de autores del alevoso crimen.