El jefe de Investigaciones de la Policía en Caazapá aseguró que los prófugos por el asesinato de un niño de 12 años de edad esta semana en Tavaí serán capturados, luego de la detención ayer del presunto cabecilla del grupo. Lamentó que no se haya podido cumplir antes una orden de captura que pesaba sobre el primer capturado.

En comunicación con ABC Cardinal este viernes, el comisario César Diarte, jefe de Investigaciones de la Policía Nacional en el departamento de Caazapá, habló del estado de la investigación del (12) el pasado lunes en un asentamiento del distrito de Tavaí por parte de un grupo de cinco supuestos abigeos.
Ayer, la Policía informó de la detención de Mario Misael Cuevas (47), presunto cabecilla del grupo, uno de cuyos integrantes abatió al menor con un disparo de escopeta cuando este intentó defender a su madre María Eva Martínez (40) realizando disparos hacia los presuntos delincuentes con un revólver.

Los otros integrantes del grupo, sobre quienes ya pesa orden de captura, siguen prófugos, pero el comisario Diarte afirmó que “no se van a escapar” y destacó la colaboración de los vecinos del asentamiento con los investigadores.
“En casos de homicidio o tráfico (de drogas), la gente no colabora, pero cuando hay una muerte muy violenta de un menor toda la gente colabora, se abren muchas personas”, resaltó.

El comisario lamentó que el cabecilla del grupo, sobre quien pesaba una orden de captura por hurto desde hacía unos años, no haya sido capturado antes del crimen del lunes.

“Hay varios casos en los que no se hace seguimiento a personas con orden de captura; es un problema de hace años”, admitió.
Conflicto con el padrastro
En horas de la tarde del lunes, cinco personas armadas y con los rostros cubiertos por pasamontañas llegaron a la vivienda de María Eva Martínez y su hijo José Arce en el asentamiento 7 de Diciembre de Tavaí.
Presuntamente, el niño intentó defender a su madre y disparó contra los desconocidos con un revólver que estaba dentro de la casa, ante lo que uno de los atacantes -supuestamente no el detenido Cuevas- reaccionó disparando contra el menor con una escopeta, hiriéndolo mortalmente.

Supuestamente, los atacantes no solicitaron dinero ni buscaron nada dentro de la vivienda, sino que se dieron a la fuga llevándose el revólver que utilizó el menor y también una motosierra que luego abandonaron cerca de la escena del crimen.
El trasfondo del crimen, según los investigadores, sería que el padrastro de José Arce, un peón de estancia quien al momento del crimen se hallaba en el Chaco, descubrió a Cuevas y sus cómplices faenando uno de sus animales, lo que resultó en un intercambio de disparos y posteriores amenazas de muerte.
Se presume que el día del crimen los atacantes buscaban al padrastro.