Pese al reclamos de aspirantes a Policía que sí superaron las pruebas psicológicas, el director del Instituto Superior de Policía (Isepol), Víctor Balbuena se ratifican en su decisión de volver no excluyentes las pruebas para detectar posibles trastornos mentales entre sus nuevos efectivos. Si bien sostienen que los que presenten síntomas de enfermedades mentales deberán seguir un tratamiento, esto ya no los excluirá de las filas policiales. Indicaron que son adecuaciones para evitar la “discriminación”.

Sorpresiva y llamativamente ayer las autoridades del Instituto Superior de Policía, que es el encargado de admitir a nuevos agentes, emitió una resolución mediante la cual elimina el artículo que establecía como excluyentes las pruebas psicológicas.
“No es ya eliminatorio. Si el postulante Víctor Balbuena en esta parte del proceso ha arrojado un resultado con ciertas patologías o no se adecua al perfil requerido y pasa todos los otros exámenes, ya sea médico, físico y de conocimiento e ingresa, Víctor Balbuena está obligado a someterse a algunas sesión de terapia psicológica para su recuperación”, indicó el director de Isepol poniéndose de ejemplo.

La eliminación de este requisito es preocupante, sobre todo por casos no muy antiguos de Policías que despertaron seria preocupación sobre los controles de la salud mental de los agentes. Por ejemplo, el del policía que asesinó a casi toda su familia, supuestamente en venganza a su pareja que se encontraba trabajando en el exterior.

El argumento de la Policía es supuestamente el no “discriminar” a los postulantes, y en ese sentido también dijo que se está reviendo por ejemplo la estatura mínima requerida anteriormente.
Los llamativo de las reformas es que se realizaron ya luego de que los postulantes cumplan con todas las evaluaciones, lo que motivó obviamente el reclamo de sectores que sí lograron superar estas etapas de calificación. En otras palabras, es como cambiar las reglas del juego en pleno partido, lo que obviamente genera el descontento de los postulantes