Un hombre fue condenado a 30 años de prisión por asesinar sin motivo a un estudiante en Filadelfia, Chaco. La Fiscalía calificó el crimen como un acto de placer

El Tribunal de Sentencia de Filadelfia condenó a 30 años de cárcel a Rodolfo Villalba Ibarrola, quien asesinó a puñaladas a un estudiante de 16 años. El hecho ocurrió el 20 de febrero de 2024, cuando el adolescente se dirigía uniformado al Colegio Departamental Boquerón.

La víctima, identificada como Óscar Efraín Estigarribia Páez, fue atacada repentinamente mientras caminaba por la calle Carayá, en la ciudad de Filadelfia, departamento de Boquerón. Según testigos, el agresor lo apuñaló en el pecho sin mediar palabra.

El joven estudiante acostumbraba salir temprano de su casa para evitar ensuciar su uniforme con el polvo chaqueño y siempre era el primero en llegar al colegio. Aquel día, le faltaban solo dos cuadras para llegar cuando fue sorprendido por su atacante.

La Policía descartó el robo como móvil del crimen, ya que la víctima conservaba todas sus pertenencias. La investigación fue liderada por la fiscala Laura Beatriz Ávalos Amarilla, quien logró identificar y detener al responsable ese mismo día.

Oscar Efrain Estigarribia, de 16 años, falleció tras recibir una puñalada cuando iba a su colegio.
Foto: Gentileza.

Villalba Ibarrola, de 42 años, fue detenido en una vivienda donde residía con una mujer indígena. Durante el allanamiento, las autoridades hallaron la ropa usada en el crimen, escondida dentro de una letrina.

La Fiscalía presentó videos que lo ubicaban en el lugar del homicidio, además del testimonio de una testigo que presenció el ataque. Estas pruebas resultaron determinantes para confirmar su culpabilidad en el juicio.

Condena máxima y argumento fiscal

Durante el proceso judicial, la fiscala Ávalos acusó al detenido por homicidio doloso y advirtió que el crimen fue cometido “por el mero placer de matar”. El Tribunal de Sentencia coincidió con esa calificación, señalando que el autor actuó sin causa ni provocación y aprovechó la indefensión del menor.

El tribunal estuvo presidido por el juez Fernando Aníbal Ortiz Medina e integrado por las magistradas Myrian Graciela Núñez y Sirley Patricia Romero Villalba. Los jueces impusieron la pena máxima de 30 años de prisión, atendiendo la gravedad del hecho y la ausencia de un móvil justificable.

La sentencia refleja, según el tribunal, la necesidad de aplicar la sanción más severa ante un acto que careció de motivo y se ejecutó con total desprecio por la vida de un adolescente indefenso.

Fuente: ABC  Color

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