Un juzgado de Curuguaty decidió este viernes que el pequeño de 12 años tenga nuevos tutores tras ser abandonado por su familia. El procedimiento se desarrolló bajo la figura de la guarda provisoría vía judicial.
En el 2014, el niño fue lanzado por su padre a un colectivo con el objetivo de encontrar a su madre, quien la había abanado hace años atrás. El hecho tomó estado público tras compartirse en redes sociales.
El hombre lo subió a un bus con su mochila en los brazos, otorgándole la misión de buscar a su madre, quien supuestamente estaría residiendo en Ybycuí.
En medio de su odisea, el niño terminó en una Comisaría de Limpio, luego de que el conductor de colectivo que lo llevaba decidió bajarlo en la sede policial al verlo solo. En el sitio los policías le sacaron una foto, donde se lo ve con su bolsón en las manos.
Los uniformados de tal dependencia policial le ayudaron a difundir su fotografía en las redes sociales para volver a la casa de su madrastra.
AGRESIÓN. Luego de lo sucedido, el pequeño tuvo que vivir con su madrastra, pero hace 15 días decidió escapar y buscó refugio en la vivienda de una vecina. La mujer lo recibió y comentó que el menor ya no quiere regresar a vivir con su madrastra debido a que supuestamente es agredido en la casa.
La vecina sostuvo que el niño está totalmente traumado. «De noche a veces no logra conciliar el sueño, y necesita urgente de ayuda psicológica», dijo.
LA VERSIÓN DEL NIÑO. El pequeño habló con la prensa y relató su experiencia. Contó que su padre es un prófugo de la justicia y que tendría varios antecedentes penales por diferentes hechos punibles. Su madre lo abandonó cuando era pequeño, reveló.
«Mi papá me llevó a vivir por mucho tiempo en el monte, no sé qué lugar es; yo no conozco a mi mamá», relató el pequeño al recordar que su padre, un día cualquiera, le alzó en el colectivo para que fuera a buscar a su madre.
A su criterio, la intensión de su progenitor era la de deshacerse de él. Solo recuerda que su padre le dijo que encontraría a su madre en la ciudad de Ybycuí. No le dio más detalles.
El nombre del niño y de sus padres se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctima.