Dengue enfermó a toda una familia y truncó la vida de una de sus miembros
ictoria Velázquez (43) sostiene la foto de su hija Jessica Elizabeth Navarro Velázquez (23), que posa con una deslumbrante sonrisa junto al primer hijo, pero esa luz se apagó el pasado 17 de enero por culpa del dengue, afirma en reiteradas ocasiones al insistir que está contando su verdad. Un niño de 2 años quedó huérfano.
Cinco integrantes de la familia enfermaron de dengue este año. Viven en el barrio Ricardo Brugada de la Chacarita, en Asunción, que desde diciembre del año pasado registra un brote activo de la enfermedad.
Tras el sepelio, otro hijo que se llama Nelson Nicolás Navarro (28) se sintió muy mal al presentar los síntomas de la enfermedad. Desde el 19 de enero hasta la fecha sigue internado en terapia intermedia en el Instituto de Medicina Tropical. «Perder dos hijos en una semana va a ser mucho», dice Victoria, que se recupera de su segundo episodio de dengue.
Con el rostro cansado y triste, se sienta en una silla en el patio de su casa, aunque todavía está débil por los estragos de la fiebre y dolor de cabeza a causa de la enfermedad endémica, ella se pregunta: «¿por qué le dieron el alta?».
La joven presentó síntomas de la enfermedad el 11 de enero, mientras cuidaba a su madre internada por dengue en el Instituto de Medicina Tropical. Apenas consultó en urgencias quedó también hospitalizada, incluso con oxígeno hasta el sábado 13 de enero. Pero le dieron el alta. Volvió a su casa y empeoró. Una vez que retornó al centro médico pasó a terapia y falleció el pasado 17 de enero, según el recuento de su madre.
La Dirección de Vigilancia de la Salud recibió el reporte del caso, pero sigue en investigación, es decir, aún no se confirmó o descartó que el deceso sea a causa del dengue. Pero la familia se mantiene en la declaración de culpar al dengue.
Una sola notificación por fallecimiento se reportó este mes. El índice de infestación larvaria es del 5% en Asunción, porcentaje que ubica a los barrios en la franja de riesgo.
VIACRUCIS. Un nieto de 7 años inició con los síntomas del dengue los primeros días de enero, después le tocó a Victoria, posteriormente a sus hijos: Jessica, luego Milagros (11) para finalmente caer Nelson (28). El único que sigue de pie y que hace de enfermero es Osvaldo Navarro (48), el padre de la familia.
«La última palabra que dijo fue ‘mamá’. Me contaron las enfermeras. A mí me dolió mucho no poder acompañarle», dice con la voz entrecortada Victoria, que estuvo internada seis días. «Es jodido el mosquito», dice Osvaldo Navarro para intentar cortar el ambiente triste.
Victoria sigue débil y quedó con secuelas: le diagnosticaron hepatitis por el exceso de medicamentos, cuenta. Tras la experiencia, pide a las autoridades que mejoren el servicio en los hospitales para evitar más muertes por dengue.
En 23 años que la familia vive en el barrio es la primera vez que la enfermedad azotó no solo a la familia, sino a los vecinos del lugar.
El dolor aún acompaña a Victoria y Osvaldo que con resignación aseguran que la vida continúa, pero buscan respuestas sobre por qué falleció Jessica.