Durante un consistorio ordinario cardenalicio, el papa Francisco invistió este sábado al arzobispo de Asunción, Adalberto Martínez Flores, como el primer cardenal de la Iglesia Católica en el Paraguay.

La celebración eucarística especial se celebró en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, donde Adalberto Martínez y otros 19 sacerdotes fueron investidos como integrantes del colegio cardenalicio, organismo de la alta jerarquía de la Iglesia Católica.

El histórico episodio contó con la participación de un determinado público consistente en familiares, allegados y delegaciones oficiales de los países de donde son originarios los religiosos investidos como cardenales.

Durante el consistorio, el papa Francisco, siguiendo los ritos tradicionales, formuló la creación y proclamó solemnemente los nombres de los nuevos cardenales, entre ellos al arzobispo de Asunción.

Tras el juramento de los nuevos miembros del purpurado, cada uno de los nuevos cardenales se acercó al Sumo Pontífice, para, de rodillas, recibir el birrete y el anillo cardenalicio. Asimismo, el papa Francisco les informó sobre sus nuevas funciones. Martínez fue convocado en el puesto 15.

Al momento de ser convocado por Francisco, Adalberto Martínez subió al atrio sonriente e incluso tuvo una breve charla con el Sumo Pontífice.

Adalberto Martínez Flores, Arzobispo de la Santísima Asunción en Paraguay, como cardenal de la Santa Iglesia Romana, fue investido con el título de San Giovanni a Porta Latina (San Juan ante la Puerta Latina).

Los símbolos que acompañan a un cardenal

El birrete de color rojo entregado a los cardenales es un “signo de la dignidad y fortaleza del oficio de cardenal. Asimismo, expresa el compromiso de los nuevos miembros del colegio cardenalicio, “hasta el punto de derramar su sangre por el crecimiento de la fe cristiana”, según el derecho canónico.

Por su parte, el anillo cardenalicio «signo de esa dignidad, de solicitud pastoral y de más sólida unión con la Sede del Apóstol San Pedro».

Los cardenales de la Iglesia Romana constituyen un colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Papa. Los cardenales asisten al Sumo Pontífice tanto colegialmente, como cuando son convocados para tratar juntos cuestiones claves de su Iglesia.

El colegio cardenalicio se divide en tres órdenes: el episcopal, al que pertenecen los cardenales, a quienes el Romano Pontífice asigna como título una Iglesia suburbicaria, así como los Patriarcas orientales adscritos al colegio cardenalicio, el presbiteral y el diaconal.

Para ser promovidos como cardenales, el Sumo Pontífice elige libremente entre aquellos religiosos varones que hayan recibido al menos el presbiterado y que destaquen notablemente por su doctrina, costumbres, piedad y prudencia en la gestión de asuntos.

Hasta el momento, su eminencia cardenalicia, Adalberto Martínez, quien pasa a ser parte del clero romano, seguirá ejerciendo su rol como arzobispo de Asunción y deberá acudir obligatoriamente a Roma, cuando el Sumo Pontífice lo convoque.

Adalberto Martínez podrá participar en un futuro cónclave

El cardenal paraguayo es elegible como Papa y además podrá formar parte de los electores dentro de un futuro cónclave. Desde este sábado, el Vaticano cuenta con 226 miembros del colegio cardenalicio, de los que 132 serán elegibles como Sumo Pontífice y entre los cuales está Adalberto Martínez. El ser cardenal es un título honorífico que designa libremente el Papa.

Previo al consistorio, Martínez recibió la ciudadanía romana, como indica la tradición. No obstante, el nuevo cardenal puede residir fuera de Roma.

Se espera que luego del consistorio, los nuevos cardenales sean trasladados al Aula Pablo VI, donde serán designados en un lugar específico, donde finalmente podrán recibir el saludo de las personas asistentes.

El próximo jueves 1 de setiembre, a las 5:15, Martínez arribará a Paraguay en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi en Luque, Departamento Central, donde se espera que los fieles lo reciban portando pañoletas blancas.