Una niña de cinco años y su hermano, de cuatro y enfermo de cáncer, son los protagonistas de unas fotografías que han dado la vuelta al mundo en redes sociales y que han conmovido a miles de personas.

En una de las dos fotografías que se han viralizado en Facebook, aparece el pequeño, frente al retrete, poco después de vomitar. A su lado se encuentra su hermana, apoyándole. «Una cosa que no te dicen sobre el cáncer infantil es que afecta a toda la familia.

Uno siempre escucha acerca de las luchas financieras y médicas, pero ¿con qué frecuencia escucha acerca de las luchas que enfrentan las familias con otros niños? Para algunos, esto puede ser difícil de ver y leer», comienza el texto en Facebook de Kaitlin, madre de los pequeños. El mensaje continúa contando que los dos niños se sacan 15 meses de diferencia y que «pasaron de jugar juntos en la escuela y en casa a sentarse juntos en una fría habitación de hospital». «Mi entonces hija de cuatro años vio a su hermano ir de una ambulancia a la UCI. Vio una docena de doctores arrojar una máscara sobre su cara, pincharlo y pincharlo con agujas, bombearle una docena de medicamentos a través de su cuerpo, todo mientras él yacía allí, indefenso», relata.
No estaba segura de lo que estaba pasando. Todo lo que sabía era que algo andaba mal con su hermano, su mejor amigo», continúa. «Poco más de un mes después de que lo dieran de alta del hospital, ella lo vio luchar para caminar y para jugar. El animado, enérgico y extrovertido hermanito que una vez conoció era ahora un niño pequeño tranquilo, enfermo y muy soñoliento. Nunca quiso jugar». La madre explica que su hija no entendía «cómo era capaz de caminar antes de esto» porque su hermano no podía estar de pie sin ayuda. «No entendía las diferentes terapias a las que tenía que asistir para recuperar sus fuerzas. Para ella, era algo especial que él tenía que hacer y ella no. ¿Por qué ya no podían ir a su parque favorito de trampolines? ?Por qué no pudieron ir a los parques acuáticos a los que habían ido antes? ¿Por qué él no tuvo que volver a la escuela, pero ella sí?», enumeraba Beckett las preguntas de su hija. «Los niños necesitan apoyo y unión, no deben mantenerse alejados de la persona que está enferma. Lo más importante es demostrar que se les cuida. Ella pasó bastante tiempo a su lado en el baño, mientras él vomitaba. Se quedó con él. Lo apoyaba y lo cuidaba, independientemente de la situación. Hasta el día de hoy, son más cercanos», cuenta.

«Esto es cáncer infantil»

Tal y como informa La Vanguardia, el pequeño Beckett Burge, de cuatro años, fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda cuando tenía dos. Se trata de un cáncer en la sangre que empieza en los glóbulos blancos y en la médula ósea. «Vómitos entre las sesiones de juego. Despertar para vomitar. De pie junto a su hermano y frotándole la espalda cuando enferma. Esto es el cáncer infantil», termina el texto de Kaitlin. Tal y como contó su madre, la hermana prefiere quedarse con su hermano a quedar con sus amigos. «Cuando los veo juntos, me hace feliz pero al mismo tiempo me pone triste. Tienen un vínculo increíble. Están muy unidos, ella siempre lo cuida», contó la madre en Facebook. La emotiva historia ha acumulado más de 57.000 reacciones, 5.400 comentarios y ha sido compartido más de 35.000 veces.