Una mujer embarazada y sus cinco hijos menores de edad, además de otra persona, fueron asesinados y enterrados en una fosa por miembros de una supuesta secta religiosa que actuaba en una remota área indígena.

Siete cadáveres fueron encontrados en una fosa ubicada en una apartada zona de la comarca Ngäbe Buglé, Panamá, donde fueron rescatadas otras 15 personas heridas y golpeadas, secuestradas por supuestos miembros de una secta que los sometió a ritos exorcistas.

«El Ministerio Público confirma la ubicación de una fosa con siete cadáveres, correspondientes a seis menores de edad de 1, 3, 9, 9, 11 y 17 años. Además de una mujer adulta que estaba embarazada de aproximadamente 4 a 6 meses, madre de cinco de los menores», publicó el organismo judicial en su cuenta de Twitter.

Diez supuestos pastores de la secta denominada La Nueva Luz de Dios fueron detenidos por fuerzas especiales de la Policía Nacional y trasladados el miércoles desde la aldea indígena Alto Terrón hasta la ciudad de Santiago de Veraguas.

La Fiscalía dijo este jueves que «todos los presuntos autores del hecho han sido aprehendidos y serán llevados ante el Tribunal de Garantías en Bocas del Toro entre mañana y el sábado».

«La oportuna intervención de las Fuerzas Especiales de @protegeryservir, evitó que otras 15 personas fueran asesinadas. Estas fueron rescatadas y enviadas a centros hospitalarios», añadió la Fiscalía en sus mensajes en la red social.

El fiscal superior de Bocas del Toro, Rafael Baloyes, dijo que los cadáveres hallados en la fosa presentan claros signos de tortura, y que entre los detenidos por este caso hay familiares de las víctimas.

La cadena Telemetro informó que uno de los supuestos miembros de la secta presuntamente asesinó a su hija y a sus cinco nietos menores de edad porque «no querían convertirse».

La Fiscalía no dio detalles del séptimo cadáver que, de acuerdo con algunos reportes de prensa, corresponde a un adolescente de 17 años.

El miércoles se informó que todos los cuerpos fueron identificados por sus familiares y que se encontraban en estado de descomposición.

Las labores de los forenses fueron arduas dado que la fosa está en un lugar muy apartado, de muy difícil acceso, en medio de una selva húmeda y a unos 2 kilómetros de distancia de la aldea Alto Terrón. Algunos habitantes guiaron hasta allí a las autoridades.

Los medios locales señalaron que los presuntos pastores son indígenas de la misma comarca, pero no está claro cuándo ni dónde surgió la secta La Nueva Luz de Dios.

A estos pastores se responsabiliza de haber causado quemaduras a tres personas el pasado fin de semana en la misma comarca durante un presunto exorcismo.

El comandante de la Policía Nacional, Luis Vega, dijo el miércoles que en la aldea indígena «se manejan muchas versiones» sobre lo ocurrido, una de las cuales indica que llegaron a ser más de 30 las personas retenidas por los supuestos pastores.