La sede central de la Universidad Católica de Asunción (UCA) amaneció ocupada por una veintena de estudiantes de la Facultad de Filosofía, ubicada al costado de la Catedral Metropolitana de la capital.
 Como condición para levantar la medida de fuerza exigen la inmediata reposición de José Antonio Galeano en el cargo de decano y la destitución del rector, Narciso Velázquez, a quien califican de dictador.
«Luego de haber agotado las vías del diálogo y de haber demostrado con argumentos jurídicos el carácter nulo e improcedente del actuar del rector Narciso Velázquez, hemos decidido que no cederemos ante la arremetida del despotismo y la incoherencia, y es por eso que emprendemos esta lucha justa de recuperar la universidad, porque estamos convencidos y convencidas de que debemos reconstruirla desde adentro», reza parte del manifiesto de los universitarios.Tanto funcionarios como docentes de la casa de estudios emprendieron desde hace quince días un paro por la restitución de Galeano.

Ayer empezó el segundo semestre en la UCA; menos en Filosofía. Además, como en el sitio funciona el Rectorado, todos los trámites administrativos de la institución seguirán paralizados hasta que se destrabe el conflicto.

CONFIADOS. Los estudiantes esperan que el pleno de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), máximo órgano de gobierno de la UCA, les conceda alguna de sus reivindicaciones; también exigen el inicio del proceso de reforma estatutaria.

A partir de la restitución de Galeano, recién ahí –dicen– estarán dispuestos a negociar los otros pedidos. Cifran esperanzas en que los obispos, en su sesión ordinaria del lunes, otorguen una respuesta favorable a sus reclamos.

«Confiamos que en esa reunión se va a brindar algún tipo de respuesta a alguna de nuestras reivindicaciones como para levantar la medida y no afectar el normal y natural desarrollo del semestre para los compañeros», expresó Maurizio Paradeda, uno de los voceros de la ocupación.

TRASFONDO. Para los universitarios, si bien el decano se acogió a la jubilación, fue en su calidad de docente y eso no debía extenderse para sacarlo del alto cargo de la casa de estudios. Es por eso que, entienden, existe un móvil político antes que jurídico o estatutario para poner fin a la gestión de Galeano. «Con José Antonio florecieron nuevos proyectos, maestrías, seminarios de género y, justamente, desde la Filosofía se movilizaban acciones por la desvinculación de Jalil Rachid y Esteban Kriskovich», dijo en alusión a los docentes más resistidos por los alumnos; el primero, por su papel en el caso Curuguaty, y el otro, denunciado por acoso sexual por una estudiante de Derecho.

El rector Velázquez aseguró a ÚH que personalmente le propuso a Galeano seguir ya como consultor interno o colaborador en proyecto con un contrato con la institución.

El rector, en cierto sentido, con su forma de gobernar, fue el que tomó la facultad. Nosotros queremos recuperarla. Maurizio Paradeda, universitario.