La Policía asegura haber abortado el plan de una matanza en Pedro J. Caballero al capturar a dos paraguayos cuando iban a entregar al clan Pavão ocho fusiles, tres pistolas y 850 municiones para vengarse del capo apodado Minotauro.

Las armas de guerra eran transportadas entre el motor y el capó de una pickup Nissan Frontier plateada, con chapa paraguaya HAA 542, que fue interceptada el sábado de noche por policías de la comisaría 1ª de esta ciudad. En total, la Policía recuperó seis fusiles calibre 7.62 y dos fusiles calibre 5.56, además de tres pistolas calibre 9 milímetros y 854 proyectiles. Los detenidos, Balderi Antonio Martins (30) y Adán Esmeraldo Jara Gauto (32), reconocieron que operaban para el grupo de Jonathan Giménez Grance (37), alias Cabeza, sobrino del extraditado Jarvis Chimenes Pavão. Aparentemente, Cabeza quería vengar el asesinato de su tío Francisco “Chico” Chimenes, ocurrido 48 horas antes en Ponta Porã y ordenado por el nuevo capo de la frontera, Sergio de Arruda Quintiliano Netto, alias Minotauro.