¡Felicidades! Jorge Mario Bergoglio, su noveno cumpleaños en el Vaticano, quizás lo festejará recibiendo a un grupo de refugiados de Chipre.

Un día como hoy, el 17 de diciembre de 1936 nació en Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, hijo de emigrantes italianos. Este año cumple 85 años y es el noveno cumpleaños del pontífice en el Vaticano.

El papa Francisco no es de homenajes y fiestas numerosas. La primera vez, lo celebró invitando a desayunar a un grupo de personas sin techo al Vaticano y en 2019 festejó con los niños del Dispensario Pediátrico de Santa Marta.

En 2020 agradeció a los muchos fieles que le escribieron, mientras se mantenían la restricciones por el covid: La plaza de San Pedro estaba vacía. También el año pasado recibió la felicitación del papa emérito Benedicto XVI.

Apenas ayer, en vísperas de su cumpleaños, un grupo de 12 personas migrantes, provenientes de los Campos de Acogida de Chipre, llegaron a Roma con la ayuda del Papa y con los gastos pagados por la Santa Sede, a través de los corredores humanitarios que lleva adelante la Comunidad de San Egidio.

Hoy el Papa Francisco podría recibir al grupo de refugiados en el Vaticano. Quizás sea este el verdadero regalo para el Papa en su fiesta, que coincide con la Jornada Internacional de los derechos de los migrantes del 18 de diciembre.

85 años que no llegan solos

Con el telón de fondo de la pandemia de Covid-19, el año 2021 ha sido un año de prueba también para la salud del Papa. En julio ha estado hospitalizado durante diez días en el Policlínico Gemelli. Y por primera vez en su pontificado, la cuestión de su salud ha sido debatida.

El 1 de enero, al iniciar el año, Francisco había empezado con malestares: una dolorosa ciática le había obligado a cancelar varias celebraciones litúrgicas y a posponer el tradicional discurso al cuerpo diplomático. Un dolor que ya le había afligido en varias ocasiones en los últimos años y que iba acompañado de una evidente cojera.

Un comienzo de año delicado del que el pontífice parece haberse recuperado de manera parcial. En su viaje a Grecia, 2-6 de diciembre de 2021, ha demostrado una vitalidad única para pedir justicia y solidaridad a favor de los refugiados.

¿Cómo es el final de un servidor de Jesús?

Sin embargo, el Papa que no ahorra energías dijo a los jesuitas de Grecia que pensaba cómo es el final del jesuita, incluso en la humillación, dado que algunos de ellos han sido encarcelados por ayudar a los migrantes en Lesbos.

Es llegar a la vejez lleno de trabajo, quizás cansado, lleno de contradicciones, pero con una sonrisa, con la alegría de haber hecho su trabajo. Este es el gran cansancio de un hombre que ha dado su vida”, expresó el Papa Francisco en su conversación con sus correligionarios (La Civiltá Cattolica, 18 de diciembre de 2021. Cuaderno 4116, Año 172). 

Pocas veces, hemos escuchado al Papa hablar de cansancio, por ejemplo, cuando lo hizo tras su agotador viaje a Irak del 5 al 8 de octubre. «Les confieso que en este viaje estaba mucho más cansado que en los otros», dijo a los periodistas.

85 años, sin peder la sonrisa

El pastor de 85 años, trabaja como dos jóvenes de 42 años que aspira a presidir la Asamblea Sinodal de 2023.

A todo esto, el papa Francisco aclara de donde saca sus energías:“Hay un cansancio feo y neurótico que no ayuda. Pero hay un buen cansancio. Cuando veas esta vejez sonriendo, cansada, pero no amargada, entonces serás un canto a la esperanza”, dijo Francisco a P. Tonny Cornoedus, jesuita belga-flamenco en Grecia.

Francisco a sus 85 años busca la gracia en el servicio.  Por eso, dijo: “Un jesuita que llega a nuestra edad y sigue trabajando, sufriendo las contradicciones y no perdiendo la sonrisa, entonces se convierte en un canto de esperanza”.

Oración por el Papa

A continuación, una oración para que el Papa Francisco siga siendo un canto de esperanza con su vida y apostolado:

Padre Bueno,
que siempre escuchas el clamor de tu Pueblo,
te pedimos por nuestro pastor, el Papa Francisco. Hoy es tiempo de dejar los abrazos y abstenerse de ellos. Sin embargo, a través de ti llegue consolación, aliento y cariño a tu servidor Francisco. Anímalo y dale fuerzas con tu Espíritu, para que unido a los obispos pastores
de toda tu Iglesia, guíe la vida de los cristianos
por las huellas del camino de Jesús. La barca es zarandeada, la tormenta nos rodea, pero sabemos que llegaremos a puerto seguro contigo, unidos y esperanzados de que tú vences la muerte y, contigo venceremos nuestras dificultades. Bendice al papa Francisco que su vida siga siendo un “canto de esperanza”. El que te ha hallado, ha hallado la fuerza y la victoria de su vida.

¡Amén!