Después de casi un mes de espera y burocracia, hoy finalmente pudo ingresar al país la mujer con sus cinco hijos y el féretro de su marido, quien falleció en Brasil de leucemia, tras largos años de tratamiento. La compatriota lamentó los malos ratos que tuvieron que pasar ella y sus hijos en medio de los protocolos por la pandemia del COVID-19.
La compatriota confirmó hoy a ABC Color, que pasando el mediodía al fin estaban ingresando a Paraguay provenientes de Brasil, en donde su marido se realizaba tratamiento contra la leucemia que lo aquejaba.
Indicó que llegaron desde otra ciudad hasta Foz de Iguazú el pasado 2 de abril. “Estoy con mis hijos, que son cuatro menores de edad y uno que ya es mayor de edad. El 3 de abril ya me presenté al consulado y recién el 24 fui recibida por el cónsul”, señaló.
Compatriota logró repatriar a su esposo fallecido “Ahora estamos pasando, después de mucha espera, mucha burocracia, fue todo un calvario. Todo lo que pasamos desde el
tratamiento de mi esposo, después su fallecimiento, y luego cuando nos quedamos estancados acá en Foz de Iguazú.
Pasamos por mucha angustia y mucha desesperación”, manifestó la mujer.
“No estábamos en el puente como se dijo anteriormente. Estábamos en un hospedaje que nos consiguió una amiga de la familia, en Foz de Iguazú, a unos diez minutos del puente. No nos acercamos al puente, ni salimos porque mi hija es asmática, entonces no quise arriesgarme. Encontramos alojamiento en Foz de Iguazú. La señora que nos consiguió el hospedaje es brasileña y me acompañó en todo momento, hasta se fue conmigo al consultado todas las veces que tuve que ir”, indicó.
La mujer lamentó toda la burocracia por la que tuvo que pasar para poder ingresar con toda su familia en el marco de la pandemia del COVID-16, con el agravante de tener el féretro de su marido.
“Mi esposo iba a Brasil cada seis meses para hacer su tratamiento. En julio fuimos y consultó. Se le diagnosticó cáncer maligno y posteriormente se sometió a una cirugía de 11 horas que se hizo en setiembre. En noviembre se sometió a 33 sesiones de radioterapia y 3 quimioterapias. Volvimos a Villarrica porque le liberaron por 15 días. Luego tuvimos que ir de nuevo a Brasil para seguir con su tratamiento. En aquel entonces, los médicos ya sugirieron que vayan nuestros hijos
también, porque me dijeron que le iba a hacer bien que estemos todos juntos”, relató la compatriota.
“Después él empezó a empeorar y ya le internaron. Tres días antes me dijeron que infelizmente el cáncer había empeorado y que tenía poco tiempo de vida. El 31 de marzo ya falleció”, comentó. “Ahí nos preparamos para volver, porque su deseo era volver a Paraguay, por eso se preparó el cuerpo para traerlo”.
Cientos de paraguayos ya ingresaron al país en medio de la pandemia y otros cientos todavía esperan en la frontera para poder pasar. Cada uno de ellos tiene su propia historia particular y merece un tratamiento específico por parte de las autoridades que deben revisar caso por caso para permitir el ingreso y que los mismos vayan a cumplir con la cuarentena establecida.