El fiscal Carlos Almada liberó ayer domingo a un hombre que fue detenido por el personal policial de la Comisaría 4ª., por el supuesto intento de hurto de herramientas del predio de una construcción, en el barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este.

El hombre había sido reducido por los obreros, atado de pies y manos y tirado a un contenedor de basura de la calle.

El fiscal explicó que no tomó la declaración del hombre en forma inmediata porque no se encontraba en condiciones, debido a que estaba en aparente cuadro de adicción tanto de estupefacientes como de alcohol. Recién ayer pudo hacerlo y luego fue liberado porque nadie se presentó a la comisaría o al Ministerio Público a hacer alguna denuncia sobre algún hecho de hurto o robo que lo vincule.

El comisario principal, Pedro Giménez, jefe de la Comisaría 4ª. dijo a La Nación/Nación Media que se le llamó la atención a los obreros de la construcción por haber tirado al detenido al contenedor de basura. Mencionó que quizás por eso ya no se presentaron a la comisaría a realizar la denuncia como se les había indicado.

El supuesto hecho de hurto y la reducción de presunto delincuente ocurrió el sábado último a las 13:00. El personal policial fue avisado y al llegar al sitio encontró al hombre ya dentro del contenedor de metal. Se trata de Derlys Adrián Cañete (28), con antecedentes por transgresión de la Ley de Armas del año 2024 y hurto agravado en el año 2023.

De acuerdo a lo recabado por los agentes, los obreros descubrieron supuestamente al hombre dentro del predio intentando robar algunas herramientas y procedieron a detenerlo, atarlo de pies y manos para dejarlo en el recipiente de basura.

El fiscal explicó que se entiende el hartazgo y cansancio de la gente ante la pérdida de sus bienes, debido a la delincuencia y se llegue a situaciones extremas como tirar a una persona a un recipiente de basura, pero “están las instituciones para hacer su parte ante este tipo de situaciones”.

Cabe recordar que dentro de los reportes de la Policía Nacional es frecuente ver casos donde son los ciudadanos los que detienen a presuntos delincuentes y luego llaman a la Policía como actos de “justicia por mano propia”. En algunos hechos muelen a golpes al reducido y en otros los tiran al basurero.

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