Los emblemas privados aplican desde hoy un nuevo reajuste en el precio de sus combustibles. En tanto Petropar mantiene sus tarifas mediante el subsidio estatal que demanda hasta 20 millones de dólares por mes.

Un incremento de G. 1.500 en el Diésel y de G. 1.000 en la Nafta implementan desde hoy los emblemas agremiados a la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa).

Los productos son los mismos que hoy están subsidiados en el sector público, mediante la ley aprobada por el Congreso y promulgada el viernes por el Ejecutivo.

El dinero permite reducir los precios por dos meses, con opción a prórroga por un tercer mes, según establece la legislación.

El viceministro de Economía, Iván Haas, estimó que esta medida de “contingencia” podría demandar entre 15 a 20 millones de dólares por mes, lo que equivaldría hasta 60 millones de dólares en caso de alcanzar los 90 días.

Para la aplicación se recortarán privilegios y se utilizarán recursos propios del tesoro, no se recurrirá a nuevos créditos.