El diputado José María Ibáñez se defendió en la sesión extraordinaria en la que se debate su pérdida de investidura. “Lo que se pretende hacer conmigo es un linchamiento público”, dijo y culpó a periodistas.

El diputado José María Ibáñez discurseó ante sus pares y dijo que sus colegas no pueden juzgarlo porque su delito fue cometido en el periodo anterior (2013). El legislador reconoció haber pagado a los caseros de su quinta con dinero destinado a la Cámara de Diputados, haciéndolos figurar como funcionarios del Parlamento.

Además, se defendió diciendo que la ciudadanía lo votó para ocupar una banca en el Congreso, por segunda ocasión, pese a que en su primer periodo ya había cometido el caso conocido como “caseros de oro”.

El congresista afirmó que respondió ante la justicia y que, según él, reparó el daño causado al Estado.

Por otra parte, resaltó que existieron otras altas autoridades como legisladores, ministros, embajadores o futbolistas y periodistas, que incurrieron que irregularidades, pero que igualmente fueron beneficiados por la justicia.

Añadió que por ello no existió ‘blanqueo’ en su causa, pues reiteró que él se puso a disposición de las distintas instancias judiciales. “No fui condenado, por lo que no tengo ninguna inhabilidad para ejercer la función para la que fue electo”, aseveró.