El tanto de Ángel Romero no alcanzó para cambiar el resultado tras el gol de Valverde y el autogol de Gustavo Gómez, al que se lo ve en la foto en medio de varios rivales.

Si el triunfo en la fecha pasada renovó las esperanzas clasificatorias, los resultados que se dieron antes del choque paraguayo fueron más que auspiciosos. La derrota de Chile y el empate de Colombia fueron a pedir de boca.

Y la misión de Paraguay fue hacer lo suyo en el Defensores del Chaco ante Uruguay. El césped, mojado por la llovizna, favoreció el juego rápido y también peligroso. Con estas condiciones se facilitó a la aparición de las primeras tarjetas en un duelo que de por sí siempre invita a la pierna fuerte por la lucha y la entrega.

El trámite fue impreciso y la vez intenso, no existió un dominador claro. Por su posición, la Albirroja intentó tener la iniciativa con los frentazos débiles de Ángel Romero y Víctor Cáceres. De contragolpe, Edinson Cavani sacó un tiro que rozó el arco local a los 26’.

Se vieron muchos errores a la hora de hacer circular el balón, así como roces. El primer tiempo se marchó con un Uruguay que no permitió sorpresas, cerró los espacios.

Paraguay buscó explotar el fútbol electrizante de Miguel Almirón, quien careció de buena compañía para hacer explotar su juego. El arbitraje de Sandro Ricci no pasó desapercibido ya que tuvo varios desaciertos.

La Albirroja salió decidida en el arranque del complemento, insinuó algunas cosas. Fernando Muslera salvó a los suyos a los 51’ de un cabezazo de Richard Ortiz. Paraguay se despertó, y con base en el buen juego, trasladó el peligro a la portería visitante.

Los dirigidos por Francisco Arce carecieron de precisión al momento de filtrar el pase, jugada en la que se insistió bastante y que siempre encontró una pierna charrúa. Ortiz y Gómez se molestaron y el frentazo del último pasó por encima del arco a los 62’.

La balanza se inclinó hacia Paraguay, Uruguay se dedicó a mantener el orden y encontrarse con un contraataque. A los 64’, un nuevo frentazo, esta vez de Lucas Barrios, lamió el poste izquierdo uruguayo.

Mientras Venezuela daba la nota al igualarle a Argentina en Buenos Aires, en Sajonia seguía la paridad. Hasta que llegó un remate de Federico Valverde que se desvió en Ortiz a los 74’ y engañó a Antony Silva.

La fortuna abandonó a Paraguay a los 80’. Un remate de Luis Suárez impactó en el travesaño y al salir hacia el campo de juego pegó en Gómez y tomó una dirección dolorosa para los albirrojos. El 2-0 fue inmerecido, pero fue real.

Ángel Romero cerró un tiro cruzado a los 87’ y le dio minutos de ilusión a los paraguayos al descontar. El empuje, la entrega y el sacrificio no bastaron. La Albirroja se quedó con 21 unidades y está a tres de la zona de repechaje. En el siguiente y último combo debe visitar a Colombia y recibir a Venezuela.

Paraguay fue castigado con un resultado que duele bastante porque los marcadores se acomodaron a favor del cuadro guaraní, y el trámite del partido también; mas los accidentes defensivos se encargaron de descomponer una jornada que caminaba hacia la alegría, pero cuyo final fue de terror.