La madre de un paciente internado desde hace 15 días en el INERAM tras dar positivo al COVID-19, relató que vendió prácticamente a un precio mínimo su terreno, ubicado en zona residencial en Caacupé, a G. 40 millones cuando su precio actual asciende a G. 500 millones. Señaló que la venta fue con el fin de comprar medicamentos debido a que ya no puede con los gastos.

Lidia de Marecos, es la mujer que encaró al viceministro de Salud, Julio Rolón cuando este fue a recorrer el INERAM esta mañana tras la denuncia presentada por los profesionales de la salud sobre la falta de medicamentos en el centro asistencial el día de ayer.

La mujer relató su situación a radio Unión y las medidas extremas que tomó debido a que su hijo, de 46 años, está internado desde hace 15 días en el referido hospital, ya que dio positivo al COVID-19.

“Ya empeñé todos mis artículos. Vendí también un terreno normal cerca de la Terminal de Ómnibus de Caacupé, ubicado en una zona residencial. Pedí por lo menos G. 30 o G. 40 millones en efectivo, no en cuotas, porque quiero para gastar ahora en medicamentos. En estos momentos, el terreno vale entre G. 400 millones y G. 500 millones en cuotas. Sé que es muy poco lo que pido pero ya no aguanto más con los gastos”, expresó doña Lidia.

Entre los artículos empeñados, detalló que fueron: una heladera, televisor, equipos de sonido, entre otros. “También empeñamos cosas que eran de mi hijo a precio regalado. Por ejemplo algo que cuesta G. 4 millones tuvimos que dar por G. 500.000”, comentó.

La entrevistada, a su vez, agradeció a sus vecinos, quienes mediante actividades como tallarinadas o polladas, le brindan ayuda. “Me ayudan, no puedo quejarme de los vecinos y amigos que tengo, lo cual yo agradezco muchísimo, pero no puedo más”, lamentó.

“Esta mañana le iban a hacer la traqueotomía. Si todo va bien, a lo mejor pasado mañana le sacan otra vez, hasta ahora no pude hablar con él o verlo. Si Dios permite, tal vez mañana o pasado”, afirmó.

Finalmente, Lidia de Marecos señaló que lo más importante es salir del hospital con su hijo, ya que volverá a trabajar de vuelta y así poder recuperar todo lo que vendió para costear los medicamentos que este precisa.

La realidad de la afectada es la misma que atraviesan todos los familiares de pacientes internados en el centro asistencial debido a que no hay medicamentos.