SAN JOSÉ DE LOS ARROYOS, Dpto. Caaguazú.- La señora Lucia Garcete, el viernes 07 de enero, cumplió 100 años de vida, quien vive y reside en la compañía Costa Pucú, distrito de San José de los Arroyos. El grato momento fue organizado por familiares suyos que residen en el lugar, además complementado  con la ayuda de los vecinos, que para los mismos es ya un acontecimiento tradicional para organizar la fiesta en honor a Ña Lucy, como cariñosamente la conocen en la zona.

Nació un 07 de enero del año 1922, y cuando tenía apena sus 10 años de vida, comenzó la Guerra del Chaco, de la que se acuerda con precisión, que en base a informes suministrados por los lugareños, goza de una lucidez admirable. Ella camina sin inconveniente, hasta cose la ropa sin necesidad de usar anteojos, indicó Dianita Páez, vecina de la agasajada.

 

Tuvo 12 hijos, de los cuales  4 ya fallecidos y 8 con vidas. Además cuenta con 85 nietos, 111 bisnietos y 10 tataranietos.

Hasta la edad los 98 años, o sea hasta dos años atrás elaboraba dulces de coco y de maní y era muy apreciado por los vecinos, que se constituían en sus clientes predilectos. “ Tuve que dejar por pedidos de mis hijos por la edad que llevaba acuesta”, indicó emocionada.

Enseñó a varias generaciones  la elaboración de los deliciosos dulces  

Dianita Páez, vecina de ña Lucy, señaló que la abuela, llegó a enseñar a varias generaciones en el preparado los dulces. Las interesadas traían los ingredientes, hasta la casa donde ella reside, y dentro de un ambiente mucha familiaridad se encargaban elaborar, para posteriormente consumir entre los mismos.

La alimentación de ante era tan diferente 

Destacó la feliz cumpleañera, que la alimentación de antes se elaborada más al natural, por lo que  más años de vida constituía para las personas, destacó.  Los vecinos que la consideran la matrona de la comunidad rural de Costa Pucú del distrito sanjosiano, anhelan que por varios años más cada 07 de enero se sigan reuniendo en torno a ña Lucy, debido que es una verdadera matrona para las familias del lugar.

Por: Néstor Ojeda M.