Por buena conducta, Juan Angel Napout saldrá de la prisión de Estados Unidos en agosto del 2024 e irá a un centro de detención a la espera de su traslado al Paraguay. Su familia desea y ruega que antes de esa fecha sea traído al país, atendiendo al problema de salud que está padeciendo.

Virginia Napout, hermana de Juan Ángel Napout, indicó a la radio Universo que su familia hizo un pedido concreto a los Estados Unidos para que el exdirigente deportivo pueda ser operado por las cataratas, ya que perdió un lado y está en riesgo de perder el otro ojo. Su hermano sufre mareos y dolor de cabeza. El año pasado se rompió una costilla y vertebra al caerse en prisión, de acuerdo con la familiar.

“Estamos maniatados, recorrimos todas las vías legales y no obtuvimos respuestas, por eso recurrimos a la prensa. El pedido que hicimos al embajador norteamericano (Marc Ostfield) es que Juan Ángel pueda cumplir con su condena en una cárcel de nuestro país”, dijo también sobre otro de los pedidos que hace la familia. Si bien entiende que este diplomático no tiene la lapicera, sí puede ser una vía para abogar por el requerimiento, según consideró.

El connacional fue condenado a 9 años de cárcel, ya cumplió el 60% de su condena, y por buena conducta se le reducirá el tiempo de permanencia en prisión, de acuerdo con su hermana Virginia. En ese sentido indicó que Napout trabajó en diversos ámbitos, como cocinero, profesor de inglés, limpiando el patio, etc., pero lamentó que por ser extranjero no puede tener los mismos beneficios (más reducción de la condena) que los ciudadanos norteamericanos.

“Él tiene fecha de salida en agosto del año que viene, pero luego tiene que someterse a un proceso de deportación, va a un lugar donde están los extranjeros pero no nos dicen cuánto tiempo estará ahí para ser traído al Paraguay”, dijo al referirse a los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, sigla en inglés), donde los inmigrantes se mantienen a la espera de la determinación de sus procedimientos de expulsión del territorio norteamericano.

En enero de 2021 el Departamento de Justicia de los EEUU negó el pedido hecho para que Napout venga al país a cumplir con su condena, porque no se había decido como se iban a repartir las víctimas la restitución, porque el delito cometido era grave y además porque consideró que la administración de justicia del Paraguay no era tan fiable.

En la nueva carta enviada por la familia de Juan Ángel Napout al embajador de EEUU, Marc Ostfield, los allegados piden una mejor atención médica para el exdirigente, alegando graves problemas oculares, y que pueda cumplir lo que queda de su condena en una cárcel de Paraguay.

Lo que dice la carta:

Nos dirigimos respetuosamente a Ud. como madre y como esposa del ciudadano paraguayo Juan Angel Napout. Como sabrá, actualmente cumple una condena en su país desde fines del año 2017, y nosotros pedimos que pueda terminar su pena en una cárcel del Paraguay bajo la aplicación de la Convención Interamericana para el Cumplimiento de Condenas Penales en el Extranjero.

Estamos profundamente preocupadas por su salud. Juan ha estado sufriendo de problemas oculares graves, específicamente cataratas en ambos ojos, que requieren de cirugía desde hace casi dos años. El peor agravante es que el personal del Buró de Prisiones (BOP) no ha podido proporcionar una atención médica adecuada para la condición de Juan y tememos que la falta de tratamiento pueda llevar a daños permanentes. Ya está ciego en un ojo (lado derecho), y la misma condición está avanzando del lado izquierdo, con riesgo de quedar ciego por falta de tratamiento médico (cirugía ocular) antes del fin de su condena.

Le solicitamos humildemente sus buenos oficios para otorgarle el derecho de cumplir dicha condena cerca de su familia y tener un mejor trato médico, concretamente operarse de cataratas para no perder la vista.

En abril del 2022 el Gobierno de Paraguay hizo una petición oficial a su país para que se aplicara el Convenio entre los Estados Unidos y el Paraguay, para que Juan pueda terminar su condena aquí en Paraguay más cerca de su familia. Se ha provisto en dos ocasiones Información adicional, se han mantenido sendas reuniones. Sin embargo, hasta el momento no hubo respuesta concreta o positiva de su gobierno.

No entendemos por qué, considerando existe un Convenio entre dos países amigos con excelentes relaciones como EE.UU. y Paraguay, existan tantas trabas para que sea aplicado. No podemos evitar preguntarnos qué pasaría si fueran los EE.UU. pidiendo el Tratado al Paraguay por uno de sus ciudadanos. No hace falta analizar mucho la situación, ya se hubiese concedido, pues no es concebible que un ciudadano americano esté quedando ciego en una cárcel de Paraguay, y habiéndolo solicitado Estados Unidos hace más de un año, no recibiera siquiera una respuesta formal al respecto.

También, el hecho de que Juan está actualmente encarcelado en un país extranjero, lejos de casa hace que sea extremadamente difícil para nosotros visitarlo y apoyarlo durante este momento duro. Con el agravante de la pandemia, durante la cual pasaron y hasta el momento pasan largos periodos (meses) de aislación dentro de su celda (lock downs), además de no permitir visitas de familiares.

Solo le pedimos que esté más cerca de su familia y pueda recibir la atención médica que necesita esperadamente mientras cumple su condena en una cárcel de Paraguay. Entendemos que su papel como Embajador no es resolver directamente la cuestión, pero sabemos que con sus buenos oficios puede ayudar a que este pedido tenga un trato positivo considerando que finalmente es una decisión política, en base a un Convenio vigente.

Somos una familia que quiere poder visitar a su hijo, esposo, padre, hermano en prisión sin la lucha que ahora enfrentamos debido a la gran distancia que nos separa. Nos tortura la idea de que esta quedando ciego en prisión, solo, y que no recibe algo tan básico como atención medica adecuada para revertir la situación.

Somos conscientes, señor Embajador, de que usted tiene muchos asuntos importantes de les que ocuparse y le agradecemos honestamente que se haya tomado el tiempo de leer esta carta, Esperamos comparta nuestro sentir sobre esta situación, que puede ser solucionada, y que finalmente tengamos una respuesta. Consideramos es una cuestión eminentemente humanitaria, con la cual no se puede ser indiferente.

Finalmente le pedimos una reunión, dentro de lo que su agenda permita y en lo posible esta semana, para que podamos tener una respuesta a ésta acuciante situación.