El hecho se registró a las 16.00 en el interior de una vivienda ubicada en la compañía Jahapé, ubicada a 15 km del casco urbano de la ciudad de San Joaquín.
Los menores se encontraban solos en la vivienda, mientras que la madre, en compañía de su pareja, fue hasta la iglesia local para una celebración religiosa, ocasión que aprovecharon los niños para manipular un arma de fuego tipo escopeta de la marca Rossy, calibre 28, de procedencia brasilera, que se encontraba guardado detrás de un ropero. En un momento se produjo un disparo y la bala terminó en el rostro del pequeño de 8 años, quien falleció en el lugar.
En la vivienda se constituyó el agente fiscal del Ministerio Público zonal Yhú, Vaquería y San Joaquín, Carlos Chamorro, en compañía del médico forense Fredy Muñoz, quien inspeccionó el cuerpo y diagnosticó como probable causa de muerte «shock hipovolémico por herida de arma de fuego».
El cuerpo fue entregado a la madre del fallecido, mientras que el arma de fuego fue levantada como evidencia por personal de Criminalística.

Los nombres de los involucrados se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctima o supuesto autor de hechos punibles.