Ariel Gómez, alias Pato, una de las víctimas y aparente objetivo principal de un sicario que perpetró un mortal ataque en una cancha en Ciudad del Este, recibió 10 disparos estando de espaldas, mientras que su compañero de equipo sufrió dos impactos, uno de ellos letales en el cuello, según confirmó el fiscal del caso. También encontraron una motocicleta abandonada en Presidente Franco que podría ser de los asesinos. Todo apunta a un crimen por encargo.

El fiscal del caso, Édgar Modesto Torales, indicó que el arma utilizada sería una pistola 9mm y que el asesino se aseguró de no dejar con vida a Gómez. “Uno de ellos tiene (Gómez) 10 impactos de bala y el otro (Arnulfo Mongelós) dos, uno en el brazo y otro en el cuello, que es prácticamente el que le condujo a la muerte”, relató del fiscal.
Se refirió incluso al asesino como un profesional, ya que se aseguró de la muerte de su objetivo con la cantidad y precisión de los disparos. “Lo tomó de espaldas, pero el ‘profesional’ que vino, prácticamente se aseguró porque tiene varios impactos de bala en la cabeza”, acotó. Gómez quedó muerto en la propia silla en la que estaba descansando tras disputar un partido en la cancha Universo Football del barrio Santa Ana de Ciudad del Este.
Mongelós, por su parte, aparentemente intentó resguardarse, pero fue letal la herida que sufrió en el cuello. Respecto a las investigaciones, el fiscal Torales destacó que encontraron un biciclo abandonado en Presidente Franco y que tienen algunos indicios de hacia dónde apuntaría la investigación, aunque no quiso adelantarlo.
“En Presidente Franco se encontró una moto abandonada con algunas evidencias que ahora están siendo resguardadas”, afirmó, y sí fue rotundo en considerar que hay un mandante del crimen. “Evidentemente hay un mandante”, refirió, aunque aclaró que primeramente “vamos a averiguar si hay amenaza previa”.
Según datos extraoficiales, el móvil del crimen podría ser una disputa sentimental por una mujer con otro hombre, que no se descarta esté vinculado al narcotráfico.