Una edición más, la 296ª, de la máxima fiesta del fútbol paraguayo se vivió este domingo en un Defensores del Chaco casi repleto, que ofreció pocos claros pero mucha emoción en las gradas.

Olimpia, con muchas dudas desde la conformación del onceno, llegó con la necesidad de ganar para cortar su breve sequía de dos partidos sin triunfos y bajar al puntero. Por su parte, Cerro Porteño repitió el mismo equipo y con una racha de cinco victorias seguidas buscó despachar a su máximo rival de la lucha por el título y seguir bien arriba.

Pero en un clásico no hay favoritos. La primera acción que despertó el murmullo de la hinchada fue un codazo de Sergio Otálvaro a los pocos segundos del inicio. Y así como se esperó, el Ciclón intentó proponer y el Decano lo aguardó.

El elenco de Leonel Álvarez manejó la pelota, la hizo circular y llegó a fabricar situaciones que no tuvieron buen final. Librado Azcona se quedó con un par de remates cerristas. Los franjeados apostaron por el balón largo y de vez en cuando a jugar por las bandas para meter el centro.

Cerro marcó cierta superioridad en el sector medio y a los 30’ trasladó esto al marcador. Jorge Rojas se metió al área y metió el pase al corazón del área donde Diego Churín no perdonó y desató la alegría azulgrana.

El Ciclón creció y arañó el segundo; la velocidad de J. Rojas y la habilidad de Josué Colmán desnudaron las limitaciones decanas. Cerca del final del primer tiempo, Olimpia salió de su terreno. Néstor Camacho comandó algunas insinuaciones, un centro suyo fue conectado por Walter González y Antony Silva evitó la paridad.

Así se fue la fracción inicial, Cerro Porteño controló el juego, propuso y se marchó con la ventaja en el tanteador frente a un Olimpia que ofreció poco y cometió varias faltas.

William Mendieta ingresó en el complemento, el equipo mostró mejoría y adelantó sus líneas. En poco tiempo, el cambio de Aldo Bobadilla tuvo efecto: a los 52’, en la primera ocasión que tuvo, Mendieta puso la paridad con un tiro lejano y preciso. Silva estaba muy jugado hacia el otro palo, cosa que lo aprovechó el enganche decano.

El clásico se abrió, ganó en dinamismo y el ataque por ataque se impuso durante unos minutos. El desgaste se evidenció y los técnicos movieron sus piezas para refrescar el equipo.

La explosividad azulgrana se apagó tanto por el repunte decano como por el cansancio. Olimpia obligó a Cerro a esperar en su campo y a salir de contragolpe. A los 79’, el partido tuvo un nuevo ganador.

El Ciclón se quedó en ataque y el Decano lo castigó por intermedio de Camacho. González manejó el balón por la zona derecha del ataque y al llegar al área grande sacó el centro que de primera intención fue conectado por Camacho para anotar otro golazo en Sajonia.

El trámite se hizo cortado, a Cerro Porteño no le dio el físico para reponerse y Olimpia, tras una gran reacción, terminó festejando en Sajonia ante el tradicional rival y ponerse de nuevo en la lista de los equipos que pelean por el título del Clausura.

Con 30 unidades, Olimpia iguala la marca del adversario de siempre y en la siguiente jornada visitará a General Díaz. Cerro Porteño se queda con 30 puntos, tiene un juego pendiente y en la próxima fecha recibe a Nacional.