Luego del pacto entre Pavão y Víctor Ramírez Aguirre, querellante, la justicia lo sobreseyó en un juicio oral que no duró ni 20 minutos.

El proceso de estafa se abrió contra brasileño en el 2013 a raíz de la venta de un inmueble en Pedro Juan Caballero. El condenado no logró pagar a Ramírez luego de acordar la venta del mismo por estar inhabilitado por la justicia.

Al principio se especuló que este caso fue un invento para lograr una nueva condena en contra de Pavão e impedir su extradición.

Por su parte, el extranjero se mostró serio en todo momento y a su salida de tribunales afirmó que el resultado era el esperado. En noviembre se cumple su condena en Paraguay por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.