Unos 52 presos murieron, el lunes, en el Centro de Recuperación Regional de Altamira, en el norteño estado de Pará, Brasil, luego de que miembros del Primer Comando Capital (PCC), invadan el pabellón que alojaba a internos de una facción rival.

De acuerdo a los informes de la Nación, los miembros de la mencionada banda decapitaron a varios y prendieron fuego las instalaciones.

La masacre comenzó a las 7:00 de este lunes, cuando las celdas fueron destrabadas para servir el desayuno a los reclusos de este presidio ubicado en las afueras de Altamira, unos 800 kilómetros al sureste de Belén, la capital estatal, al sur del río Amazonas.

Según los reportes, se trata de integrantes del Comando Classe A (CCA), un aliado regional del poderoso Primeiro Comando da Capital (PCC), la mayor organización criminal brasileña, con sede en San Pablo.

Los hombres se amotinaron, tomaron de rehenes a dos agentes penitenciarios, e ingresaron por la fuerza al anexo donde se hallaban detenidos presos del Comando Vermelho (CV), el segundo mayor grupo criminal del país, originario de Río de Janeiro.

Los datos indican que los atacantes cortaron las cabezas de al menos 16 de sus adversarios, grabaron videos de sus acciones con celulares que tenían escondidos y las enviaron a sus socios del PCC.

Así también Incendiaron colchones y volvieron a cerrar los portones del pabellón para asfixiarlos o quemarlos vivos.

El dato

El Grupo Táctico Operacional de la Policía Militar estatal fue accionado para poner fin a la rebelión, mientras efectivos de la Policía Civil y personal del Ministerio Público en Altamira participaban de la negociación para liberar a los rehenes.

Luego de cinco horas de horror, poco después del mediodía los dos agentes penitenciarios fueron puestos en libertad y los amotinados depusieron sus armas.

Las  autoridades señalan que los servicios de inteligencia no tenían indicios de que se estuviera planeando una acción de esta magnitud.

 Se trató de la mayor masacre carcelaria en lo que va del año, luego de que el 27 de mayo 55 presos murieron también en medio de peleas entre facciones en una cárcel de Manaos, capital del estado de Amazonas, vecino al de Pará.