Receso de clases virtuales podría ser de una semana
El pedido inicial de la Unión Nacional de Educadores (UNE), el segundo gremio con mayor cantidad de afiliados en el país, es de ir a descanso por dos semanas.
Pero luego de conversar con referentes de otros gremios y con representantes del MEC, se pondrá como propuesta una pausa de las actividades académicas de una semana.
Profesores y estudiantes criticaron las palabras del ministro de Educación, Eduardo Petta, quien la semana pasada minimizó la salud mental de la comunidad educativa, en confinamiento desde marzo pasado.
“Hoy los niños están haciendo sus tareas y tenemos evidencia científica de la Unicef sobre eso. Considero que no exponemos al niño a una enfermedad de salud, en todo caso tenemos que tener evidencia científica si es que hay estrés en los alumnos”, comentó el titular de Educación.
Para recolectar esta “evidencia científica”, desde la cartera proponen realizar una encuesta virtual a las familias y a docentes. Un proceso similar al que utilizaron en las vacaciones de invierno cuando, según el MEC, todos los educadores manifestaron su satisfacción con plataformas y materiales pedagógicos. Además, las familias y los sestudiantes alegaron que todos se conectan a internet, pese a que el 80% de los escolares no cuentan con computadoras ni conexión a internet en sus viviendas.
Así lo afirma una investigación del Observatorio Educativo Ciudadano basada en datos de la Encuesta Permanente de Hogares.
Tensión. Camila Giménez, coordinadora ejecutiva de la Fenaes, lamentó que el ministro educativo ignore el cansancio y el estrés que implican seguir adelante con las clases a distancia. “El día a día de un estudiante promedio es estar conectado desde las 08:00 hasta la madrugada para ponerse al día con las clases”, agregó. La alumna indicó que no puede alegarse desconocimiento. Basta con ver comentarios de noticias sobre las clases virtuales, dijo.
Desde la Unión Nacional de Educadores (UNE), la docente Marta Gamarra expresó que una semana para descomprimir el estrés en la comunidad, también acogotada por la crisis económica, podría ser suficiente. Además, exigen que no se modifique el calendario escolar.
