Con la espalda llena de sangre por los balines de goma, la cabeza rota y cortes en todo el cuerpo terminaron el miércoles varios presos de la Penitenciaría Regional de Itapúa (Cereso), tras una requisa en dos pabellones del penal.

“Nos masacraron con los balines de goma y tonfas (especie de cachiporras), nos rompieron el cuerpo a golpes, nos dejaron desnudos. Nos robaron toda nuestra plata”, fue el mensaje de socorro que envió uno de los reclusos afectados a empleados del Mecanismo de Prevención de la Tortura.

Dante Leguizamón, comisionado del Mecanismo Antitortura, dijo que recibieron varias denuncias graves de tortura por parte de guardias hacia los presos y que desde la institución ya realizaron una denuncia penal.

“Pedimos la intervención de la Fiscalía de Derechos Humanos. Tomamos el caso de una persona cuya identidad obviamos para protegerlo”, señaló el funcionario.

EXTREMA VIOLENCIA
Los internos manifestaron que ese día hubo visitas privadas y que ni eso respetaron los policías, ya que supuestamente las golpearon y manosearon también.

En fotografías que enviaron al Mecanismo de Prevención de Tortura se observa a los reos sentados en fila, semidesnudos, mientras los escoltan varios policías.

“no sabemos nada”
Rubén Maciel, viceministro de Política Criminal, señaló que él no estaba enterado de la revisión y menos sobre la denuncia de torturas.

“Tal vez aún no me pasaron o le enviaron la denuncia a la ministra (Cecilia Pérez)”, declaró Maciel. No obstante, mencionó que, si llegan a comprobar que hubo torturas, accionarán.

Justificación
Maciel señaló que hay “casos y casos” en estos procedimientos con los internos de las cárceles y que la violencia solamente se justifica cuando existe también violencia de parte de los reos. “Vamos a investigar este caso, para mí es muy nuevo y debo interiorizarme”, acotó.