Por unanimidad, la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de ley que impide que los excombatientes sean desalojados de sus hogares o que sus bienes sean embargados. La normativa fue propuesta por senadores que
días pasados frenaron el desahucio de un veterano en Fernando de la Mora.

Este jueves, fue tratado sobre tablas el proyecto de ley “Que protege la propiedad, la posesión y el usufructo a los
beneméritos de la patria”, presentado por el senador liberal Enrique Buzarquis y Pedro Santacruz, del PDP. La normativa fue
aprobada por unanimidad, tras la presentación de los argumentos por parte de los proyectistas.
En la justificación del proyecto, tanto Buzarquis como Santacruz mencionaron el caso de don Alejandrino Grance, un
excombatiente de 102 años, que el lunes pasado iba a ser desalojado de la vivienda en la que reside hace más de 40 años.
Los legisladores cuestionaron que el juzgado haya resuelto el desahucio del veterano, más aún en la situación de
emergencia sanitaria por el coronavirus.

El senador Patrick Kemper se pronunció a favor de la ley y adelantó el voto de su bancada. “Esto es lo mínimo que podemos hacer como una pequeña señal de patriotismo”, señala el senador.
La ley establece la protección integral a los excombatientes de la Guerra del Chaco, en sus bienes y posesiones para
garantizarle una vida digna a través de la propiedad privada. También asegura el usufructo vitalicio de sus viviendas y bienes.
Además, la normativa estipula que las casas y las posesiones de los mismos serán inembargables mientras estén vivos. El artículo tercero de esta ley precisa que estos beneficios para los veteranos serán de por vida.

El documento pasa ahora a la Cámara de Diputados para su consideración.
Este proyecto de ley que consiguió media sanción en el Senado, fue presentado por los senadores que el lunes acudieron al pedido de ayuda de Alejandrino Grance, un veterano que por orden del juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del 11° Turno de Asunción, Hugo Manuel Garcete, iba a ser desalojado de la casa que compartió con su cónyuge por más de cuatro décadas.
La casa de Grance está a nombre de su esposa, quien falleció. Bajo esta figura, una de las sobrinas de la misma abrió la sucesión y pretende quedarse con la propiedad.