Huyó de la justicia paraguaya en el año 2013, tras ser imputado por el asesinato de un docente, en la ciudad de Concepción.

Se refugió en el barrio Jazmín de la ciudad de Loma Grande, Estado de Mato Grosso, Brasil.

Pablino Luis Chávez comenzó a “rehacer” su vida en el vecino país. Incluso logró conseguir una identidad brasileña falsa, en la que aparece como Isidoro Cáceres.

Con una mujer de la zona, a la que agregó una rutina de “comerciante” Chávez tenía un negocio de comidas rápidas, al que añadía una actividad ilegal: el tráfico de drogas en escala aún pequeña.

Todo en la vida iba sobre rieles, sin embargo el mismo cometió  presuntamente el error de embaucar a un jefe menor narco, que lo marcó y decretó su asesinato.

Que fue concretada por dos pistoleros a sueldo, que una vez detectado en donde se hallaba oculto, fueron hasta él, y lo acribillaron a balazos.

La policía interviniente informó que los dos sicarios que le dieron el adiós final, utilizaron pistola con balas de calibre 9 milímetros, para ultimarlo. En total fueron 50 disparos, mencionó un policía, y cuanto menos la mitad impactaron contra el desafortunado.  Repatriado a su patria chica, concepción, fue enterrado en el cementerio local.